ÚNICO

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Eso fue la gota que derramó el vaso.

La novia de Adam, Lute. Llevaba todo el día restregándose en el chico. Que si sentándose en su regazo, siendo más cariñosa, acercándose peligrosamente a sus labios. Todo eso hacía enfadar a Lucifer, no lo soportaba más.

Adam era suyo. Igual que él era de Adam.

Algo que odiaba de su colegio (a parte de las burlas que recibía cada día), era lo homófobos que eran. Justo a él le tocaba vivir en los años ochenta con una sociedad que todavía no acepta a los gays.

A ver, en muchas partes estaba empezando a legalizarse, pero en su instituto todos seguían siendo unos homófobos de mierda.

A él solo le apetecía poder gritar a los cuatro vientos que amaba a Adam y poder estar con su novio sin que puedan llegar a juzgarlo. Pero no, tenía la suerte de que Adam tenía que fingir tener novia para mantener su popularidad de 'macho' y 'popular' para que no sospechasen nada.

Sin tan solo supiesen quien era el que le hacía gemir todas las noches como gata en celo.

Algo más que odiaba con todo su ser aparte de los homofóbicos era la popularidad de Adam. Adam era el alumno estrella, el popular del colegio, el capitán de fútbol. Él era un don nadie antisocial el cual casi ni tenía amigos ni era invitado a fiestas.

Adam tenía un cuerpo tonificado, era bastante alto, tenía unos buenos muslos y un buen culo. Él era de estatura 'mediana' —el más bajo de su curso— según sus palabras, delgado y con cara de no haber dormido en los últimos diez años.

Sin duda eran casi dos polos opuestos, pero, como dice el dicho, los polos opuestos se atraen —bueno no es cierto pero ellos dos funcionan a su manera—.

La verdad es que Lucifer siempre tomó a Adam como un tío egoísta, pesado y un bocazas, pero no esperaba que ese mismo chico que tanto odiaba resultase gustarle más que cualquier otra persona.

Porque sí. Incluso cuando lo 'odiaba', tenía que admitir que Adam parecía estar esculpido por los mismísimos dioses. Y ese culo.

Y algo que Lucifer no esperaba fuera que un día aquel lindo chico le pidiese salir —¿cómo diablos descubrió que era gay? en fin—, a él.

Lucifer obviamente dijo que sí. Al principio tener sexo con él era lo que más le llamaba la atención. ¿Cómo sería Adam en la cama? ¿Se mostraría tímido?, o al contrario, ¿sería salvaje? Sin duda había logrado captar su atención y no se libraría fácilmente.

Pero a medida que salían con más frecuencia, más comenzaba a entenderlo, a quererlo, a enamorarse de aquel chico que aunque ante todos se mostrase como una persona arrogante y egoísta, en realidad también era tímido y dulce. 

Sin duda estaba enamorado del capitán de baloncesto.

Y todo iba bien entre ellos. Todo va bien.

Hasta que un día Adam se planta en el colegio con una chica colgada de su brazo, anunciando que es su novia.

Lucifer no se consideraba celoso, sabía que Adam era gay, y no mucha gente solía acercarse a coquetearle —al menos que el supiera—, pero, ver a su novio plantarse con una chica la cual proclama ser su 'novia' sin duda le molestó.

Le molestó tanto que apartó a Adam a un lado en cuanto pudo y le demostró quien era realmente su novio.

Sin duda recordaba aquel día con una enorme sonrisa.

Pero después de estar con él, su novio acabó aclarándole con en realidad Lute y él solo eran amigos que para seguir con las apariencias decidieron fingir ser novios. Ya que —si no lo he mencionado antes— al parecer Lute era la líder del equipo de las animadoras y también necesitaba mantener apariencias.

𝓜𝓸𝓪𝓷 𝓶𝔂 𝓷𝓪𝓶𝓮 𝓪𝓰𝓪𝓲𝓷, 𝓭𝓪𝓻𝓵𝓲𝓷𝓰 | ᴀᴅᴀᴍꜱᴀᴘᴘʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora