Reconocer el Proyecto

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Estas son unas palabras de escritor a escritor

Medita en esto con cuidado colega 


Quiero que medites seriamente en lo que te voy a presentar a continuación porque como escritora es algo que yo analizo todo el tiempo, pero me he dado cuenta que no todos lo hacen porque no todos lo tienen presente, o al menos no como se debe.

Muchas veces se comete el error de pensar que la historia en la que esta trabajando es un borrador es en espera de unos retoques para convertirse en una novela de verdad en cuanto sea convertida en papel cuando ni siquiera tiene hecha una base sólida. No se sabe reconocer cuando deja de ser una simple idea una obra y comienza a ser un proyecto de verdad con todas sus letras, comas y puntos cuando ya se comete el error de verla como si estuviera cerca de terminar. Es muy importante saber cuando se esta creando la historia, cuando está tomando forma de verdad, cuando se está a mitad de camino y no detrás de la valla aún sin escalar.

Escribir una historia no es nada sencillo, primero se tiene una idea, un chispa de algo ya sea unos personajes en mente, una trama o una escena en la mente. Ese momento, es el momento de construcción, cuando se pone cada cosa en su lugar: cuando se le da forma a ese personaje, cuando se le une más escenas a la escena o cuando se le busca un sentido a esa trama, es cuando uno se pregunta así mismo si eso sirve o no, se le añade a un escrito ya en proceso, se crea una obra nueva o se guarda en el baúl de ideas. Aquí se tiene que tomar fuerza para no fallar pensando que todo lo que se viene a la cabeza es útil, cuando no se tiene que tratar de no sumergirse en esa idea y pensar que se tiene un proyecto muy grande porque se imagino la historia de principio a fin y está seguro que puede escribirlo del tirón y ya se tiene algo grande entre las manos. No, incluso cuando es ese el caso todo se debe hacer despacio, con dedicación para pulir bien y no cometer el error de saltarse cosas.

Hay que ir despacio, no se puede cometer el error de concentrarse en una cosa y olvidarse de la estructura, no se debe de olvidar de forjar bien la trama, definir a los personajes y crear un buen mensaje central, es bueno ver los detalles y refinarlos pero sin olvidarse de lo primordial porque, es como niveles, que se esta subiendo y subieron ni siquiera se está subiendo y ya se cree que se esta en la cima, no, no puede hacerse un mundo solo por subirse sobre una roca, la punta de una montaña esta entre las nubes y tu a penas estás en tierra firme.

Reconocer cuando una historia deja de ser un simple borrador que pasa a ser un proyecto de verdad implica entender que el proceso de escritura es tanto de creación como de revisión y análisis, hay que hacerse preguntas, hay que leer uno mismo una y otra vez, y otra vez  porque siempre se verán pequeñas cosas por retocar. Cuando la base de la historia este firme junto con sus columnas entonces el camino hacia la novela en físico será mucho más claro, menos que una ilusión o una ambición.

Este, es otro punto. Hay que dejar de poner los sueños junto a la ambición, un sueño es algo más lindo de pensar y desear, en cambio una ambición puede llegar a ser fácilmente un afán, una ansia excesiva como antojo que no se quita. Se desea tanto algo que fácilmente puede engañarse pensando que el trabajo esta terminado solo porque deseas mucho que así sea, es como que se tiene veinte capítulos hecho y dice ya, está terminado. Porque su poco conocimiento y su gran deseo se unen y le hacen creer que es así, pero lo hizo todo muy rápido y gran parte no sirve o le falta muuucho todavía, pero su desesperación es tal que cuando se lo hacen ver usted se cubre los ojos para no reconocerlo y pelea, porque quiere valorar su trabajo arduo como si fuera una obra ya terminada.

Esta bien querer valorar algo hecho por sí mismo, querer tener una obra de arte hecha por sus propias manos, pero todo trabajo implica esfuerzo y no esta bien querer apresurarse para llegar al final del camino sin antes si quiera estar en la línea del comienzo, cada esfuerzo en la base, en el comienzo es primordial, es muy importante reconoce el momento en que el borrador es más que eso y comienza a ser una obra que puede se transformada en papel.

Es como construir una valla uno mismo para saber dónde está el límite: si no sabes dónde está el límite, no podrás saber cuándo has llegado al final del camino. Solo cuando tengas claro esos límites, podrás afirmar que has terminado.

Y como antes dije, también hay que saber reconocer si la novela es de género de fantasía y de subgénero de fantasía épica. Porque antes de intentar hablar el lenguaje de la escritura hay que aprender bien el lenguaje para siquiera decir que lo comprende.

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