-La libreta misteriosa-

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Existen dos tipos de personas, Las madrugadoras y los que duermen hasta el mediodía.

Los primeros son unos locos totales; no entiendo cómo se levantan tan temprano con la energía para correr un maratón. Yo soy del segundo tipo, razón por la cual estoy recién levantado, bajando a abrir la puerta, cuando ya debería estar despierto hace cinco horas.

Evité algunas cosas que había dejado tiradas en el suelo y abro la puerta para encontrar una mezcla de los dos tipos de personas; por lo menos, no soy el único en pijama.

—¿En serio, Óliver? Tú nos invitaste y ni siquiera te cambiaste todavia—Se quejó mí amigo Sam, mientras pasaba como si fuera su casa. A veces me pregunto; ¿por qué soy amigo de este loco?

Ignore su comentario, quedé pensando unos momentos antes de acordarme de llevarlos a la habitación.

—Entonces, ¿Qué tenemos que hacer?—decidio hablar Willow, sinceramente creo ya les había dicho, pero debe estar demasiado cansada como para acordarse.

—Les pedí que me ayuden a guardar las cosas en las cajas, para saber que se queda y que se va—Explique después de un rato de intentar recordar porque los invité.

Sam rápidamente después de oír mis palabras se dirige hacia el escritorio para así empezar con el trabajo, Willow va hacia los cajones. Yo, simplemente me distraigo con mis pensamientos.

Empezamos a traer caja por caja, cada cierto rato preguntaban para saber lo que quería conservar.
Entre todo lo que hacíamos no me di cuenta cuando ya había pasado varias horas.

La ropa fue directo a la caja de cosas que se iba, seguida de varios juguetes que creo no necesitaré. Por otro lado cosas como álbumes, libretas y fotos se quedaron.

No quise mirar los álbumes, no hace mucho murió mi hermano y no quería recordarlo, igual me distraje rápido mirando por la ventana

—Oye Óliver, no sabía que Arthur dibujaba—Comento de repente Lola, me quedé medio ausente antes de recordar responder.

Se acercó y se sentó alado mío entregándome lo que tenía en las manos , no parecía nada raro; solo era un cuaderno azul con palabras que indicaba que era la libreta de mi hermano.

Mirando las hojas me di cuenta que, efectivamente los dibujos eran muy buenos para un niño de tan solo ocho años.

En un momento de tanto mirar, hasta Sam y Willow se acercaron. Se podía ver claramente el gran talento que había allí.

Mientras más pasaba las hojas los dibujos eran cada vez más extraños, no es que fueran feos si nó, que parecían de peliculas de terror. Las caras de mis amigos eran un poema prácticamente.

Entre más miraba, más sorprendente era. Pase a la siguiente hoja y me paralice, ese dibujo daba más miedo del que debería.

En la hoja había una ¿Persona? No se si se podría llamar así, tenía tres cabezas y parecía ser algo como un fantasma. La siguiente página tenía un dibujo similar, y así seguían las demás.

Era demasiado extraño, no quiero conservar recuerdos haci de mí hermano pero tampoco planeo tirar la libreta, agarre las hojas con dibujos muy extraños y las tire sin pensar.

Guarde la libreta en la caja de lo que se quedaba, después de hacer eso me di cuenta de que mis amigos estaban en un intenso silencio.

—¿Qué era eso?—Pregunto Sam medio incómodo.

—Ni idea—respondi, ya estaba pensando en otra cosa y sé que pronto no voy a recordar el dibujo.

Al rato nos olvidamos de eso y en su lugar continuamos limpiando. Para cuando terminamos la luz del atardecer se mostraba por la ventana, la habitación que antes está llena de cosas era un simple lugar con muebles y muchas cajas.

La libreta de Arthur (Guerra de Leyendas #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora