Capítulo 2 Una sorpresa

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"¡Ya es de día, familia! ¡Vamos, despierten ya!" Kenji despertó con su usual energía desbordante, emocionado por otro día de escuela y por la oportunidad de ver a su nueva amiga Sam.

"¡Yo no voy a ir hoy!" Yukio gritó desde su habitación, cubriéndose la cara con la almohada en un intento desesperado por ignorar la mañana.

Mitsune, al escuchar el grito de Yukio, subió las escaleras con determinación. "Yukio, por favor, vamos, no seas enojón," dijo mientras entraba en la habitación de su hermano menor. Sin mucha ceremonia, le quitó las cobijas, provocando un grito de protesta de Yukio, quien le lanzó la almohada en respuesta.

Kenji subió rápidamente para ayudar a Mitsune. Yukio se aferraba a la cama con todas sus fuerzas, como un gato resistiéndose a un baño, mientras sus hermanos intentaban arrastrarlo fuera de ella. La escena era casi cómica, con Yukio luchando desesperadamente por quedarse en la cama. Finalmente, después de una breve y caótica lucha, lograron levantarlo y bajaron juntos a desayunar.

La cocina estaba llena del aroma de café recién hecho y tostadas. Elizabeth, su madre, había dejado una nota en la mesa junto con un desayuno preparado. "Tengan un buen día, chicos. Volveré tarde. – Mamá."

"¿Y ahora por qué no quieres ir?" Mitsune preguntó con curiosidad mientras se servían cereales y tostadas.

"No por nada, todooo genial," respondió Yukio con un marcado tono de sarcasmo, revolviendo su cereal con desgana. Sentía una frustración que no sabía cómo expresar.

"Ya deja de ser enojón, tu estatura no puede con tanto odio," bromeó Kenji, despeinando a Yukio con una risa.

"¡Nooo! ¡Mi cabello no!" Yukio alejó la mano de Kenji rápidamente, tratando de arreglar su desordenado cabello. Aunque protestaba, no podía evitar una pequeña sonrisa. A pesar de su actitud, sabía que sus hermanos solo querían animarlo.

"Vamos, chicos, dejen de pelear y terminen de desayunar," intervino Mitsune, tratando de mantener la paz. "Tenemos que salir pronto o llegaremos tarde."

Mientras terminaban de desayunar, Yukio seguía refunfuñando, pero la energía positiva de Kenji y la paciencia de Mitsune lograron calmarlo un poco. Aunque no lo admitiera, apreciaba tener a sus hermanos cerca, especialmente en momentos como este.

"Hoy tengo clases de Física," comentó Mitsune, intentando distraer a Yukio de su mal humor. "No es mi materia favorita, pero creo que lo haré bien."

"¿Física? Yo soy buenísimo en eso," respondió Yukio, aún en tono sarcástico, pero con un atisbo de interés. Siempre había admirado la dedicación de Mitsune a sus estudios.

"Y yo me uní al equipo de futbol," dijo Kenji, con una sonrisa. "Obvio me hare el capitán." Dijo con una sonrisa picara

"Wow, qué bien," dijo Yukio, su sarcasmo empezando a desvanecerse. "Yo solo espero sobrevivir otro día sin problemas."

Mitsune sonrió y le dio una palmadita en la espalda. "Lo harás bien, Yukio. Solo tienes que intentarlo."

Después de recoger sus mochilas y asegurarse de que todo estaba en orden, los tres hermanos salieron de la casa juntos.

"Hola, Mitsune. ¿Te llevo?" Allen le sonrió amablemente desde el asiento del conductor, abriendo la puerta del coche.

Mitsune, aliviado y un poco sorprendido, sonrió de vuelta. "Gracias, Allen. Es bueno encontrarte... bueno, que me hayas encontrado." Se metió en el coche y se acomodó, sintiéndose mucho más relajado.

"¿Te asustaste un poco, ¿no?" Allen bromeó mientras empezaba a conducir, lanzando una mirada juguetona a Mitsune.

"¿Es obvio que no? ¿Por qué me asustaría?" Mitsune intentó sonar despreocupado, aunque una ligera sonrisa lo delataba.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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