𝗹𝗮 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼

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tiago pasaba otro día en la escuela, desearía poder ser más grande y tener la libertad que tenía su hermano mayor, quien podía ir a donde sea sin el consentimiento de su madre.

regresó a casa aburrido, esperaba que daniel, su hermano, estuviera así no estaba todo el día solo.

su vieja trabajaba todo el día, al igual que daniel, pero él solo lo hacía por las tardes.

básicamente estaba solo siempre, a excepción de los días en que descansaba daniel.

buscó algo que comer, cuando ecuchó la puerta principal siendo abierta. era daniel quien gritó que ya había llegado.

ganándose un mal gesto de tiago por gritar tan alto sin ninguna razón.

—¿volviste más temprano? —preguntó al castaño quien tecleaba rápido en su celular.

daniel asintió.

—¿pensás hacer algo?, estoy aburrido —soltó a modo de queja, tirándose en el sillón.

—¿me acompañás con los pibes? —consultó sin prestar atención el otro.

tiago frunció las cejas.

—¿con tus amigos?, ¿no son más grandes que yo?.

el castaño levantó los hombros y asintió.

¿dónde estaba lo malo?, se preguntó.

bueno en mucho, sus amigos eran casi de la edad de daniel, quien tenía diecisiete y el quince. aparte de que en ocasiones se drogabano fumaban porro, esto lo sabía por su vieja, quien le había prohibido juntarse con ellos.

los pensó un poco, si se quedaba ahí se moriría de aburrimiento, quizás los amigos de daniel eran más divertidos, y no solo le harían burlas como su hermano.

—¿me acompañás o no?, porque ya me voy —preguntó colocándose un buzo, tomó las llaves y tiago asintió.

¿qué tan malo podría ser?.

caminaron alejándose de la casa, a devir verda estaban algo lejos. tiago erollaba las mangas de su suéter nervioso.

daniel rió al notar la acción y le dió un empujoncito.

caminaron durante unos minutos más y finalmente llegaron. eran cuatro pibes, al parecer estaban tomando, por las botellas vacía en el suelo.

—¡ey, que onda amigo! —saludó el cara tatuada a daniel —, ¿trajiste al hermanito?.

ante la pregunta daniel asinitió acercando al morocho más cerca.

—hola —saludó nervioso por su recibimiento, esperando no incomodarlos o dar una mala impresión.

—él es tiago, mi hermanito —lo presentó el castaño, revolviendo su cabello.

los chicos ríeron, yendo a saludarlo.

—¿qué onda, tiaguito?, ¿todo bien? —preguntó de nuevo el cara tatuada con las manos dentro del bolsillo de la campera.

—es medio tímido, no se preocupen si no habla tanto —explicó daniel, tomando el porro que tenía el trenzado le había pasado.

—uh, tranqui, que acá nadie te va a obligar a nada —habló tomas, parecía entenderlo, eran mas o menos parecidos.

los demás siguieron en la suya, dejando a tiago un poco nervioso.

pronto se acerco mauro, eran casi de la misma altura. se acercó a tiago quien estaba algo apenado.

—hola, re rara mi pregunta, pero ¿de verdad sos hermano de dani?. no se parecen —preguntó bromeando, intentando que el morocho estuviera más cómodo.

y que más para ayudar sus nervios una bromita, algo estúpida pero parecía servir porque tiago rió a la par que él.

—siempre me lo dicen, pero hasta donde yo sé, si somos hermanos. aunque empiezo a dudarlo —repsondió el morocho con un saonrisa, misma que fue correspondidad por el chico frente a él.

—na, yo lo decía porque sos más lindo, dani es tremendo boludo —soltó mauro.

tiago se sonrojó levemente y rió nervioso.

—y si, es tremendo tonto —evitó el halago aunque lo agradecía.

la charla siguió entre pequeñas indirectas que tiago no quería corresponder, comenzaba a sentirse raro, él era mayor.

pero todo se fué olvidando cuando la novia de mauro llegó, como si quisiera marcar territorio, le comió la boca frente a los pibes, dejando al morocho con las epseranzas en el suelo.

algo que lo hizo reprocharse, recién lo conocía, ¿cómo podía pensar que tenía oportunidad con el ojiverde?.

entre tantos pensamientos, revueltos entre los negativas y positivos, terminando por hacerlo sentir un poco abrumado.

—che, tiago, nos vamos —avisó daniel.

el morocho asintió y se despidió de los pibes, sin duda la había pasado mal pero mayorrmente bien, todo eran muy piolas con él.

al final solo quedaba mauro y no sabía como despedirse de él.

—chau, tiago. espero que nos volvamos a ver, lindo.

tiago se quedó duro en su lugar y sí no hubiera sido porque el otro lo medio abrazó, seguro se quedaba ahí.

el sonrojo fue inevitable de esconder, causado por aquel apodo.

—chau... —logró susurrar tiago, antes de irse junto a su hermano de ahí.

dejando a mauro con una sonrisita, algo satisfecho por haber provocado algo en el más chico.

y tiago con el corazon palpitando rápidamente, junto a un remolino de emociones que no sabía por qué estaba teniendo.

perdonen errores ortográficos :(
espero q lo hayan disfrutado, medio cortooo peroo ya tengo más capítulos
gracias x leer <33