El lado positivo ✭ [Español]

CAPITULO 3

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Soundwave estaba orgulloso de sí mismo y de su capacidad para mantener la calma incluso en las situaciones más extremas. Era necesario cuando era responsable de mantener las comunicaciones Decepticon funcionando sin problemas. Lidiar con los casetes de todos estos vorns había perfeccionado su máscara de serenidad.

Cuando los esclavistas atacaron su nave en ruta hacia el Nemesis, Soundwave había logrado mantener esa máscara en su lugar, incluso cuando lo habían arrojado al suelo y esposado. Rumble y Frenzy habían ofrecido una gran pelea, pero incluso cuando los habían sometido, Soundwave no había reaccionado. No les daría a estos esclavistas la más mínima indicación de que lo estaban atacando. Eran menos que nada: eran neutrales. Los neutrales eran cobardes que preferían huir antes que ponerse de pie y luchar por lo que creían.

Había intentado enviar una señal de socorro, pero la programación que los esclavistas habían puesto en sus esposas de estasis había funcionado activamente contra su comunicador antes de provocarle un reinicio completo, dejándolo completamente indefenso.

El calabozo fue absolutamente decepcionante. Soundwave no estaba seguro de qué esperaba exactamente, pero no era esto. Honestamente, había pensado que los esclavistas intentarían interrogarlo para obtener información. No obtendrían ninguna, por supuesto, pero la expectativa seguía ahí. No tardó mucho en que Soundwave se diera cuenta de que en realidad no sabían quién era. Se tomó un momento para agradecer que Lord Megatron nunca le hubiera exigido que asumiera un papel más activo en las apariciones públicas.

Había intentado hablar con algunos de los otros prisioneros sobre sus comunicaciones, pero nadie en su celda lo miró siquiera. Rumble y Frenzy no se habían tomado bien eso, pero Soundwave los había controlado antes de que pudieran empeorar las cosas. Lazerbeak se había quedado en su muelle, revisando algoritmos y cortafuegos en un intento de violar la seguridad de la nave. Soundwave se mantuvo ocupado revisando su trabajo y aplicándolo a sí mismo. Con un poco de suerte, la próxima vez que pasaran por un puerto o una nave con una baliza lo suficientemente fuerte, podría enviar un mensaje al comando Decepticon.

Cuando los esclavistas habían asaltado el transporte minero, Soundwave aprovechó la oportunidad. Recopiló todos los datos que había reunido sobre los esclavistas, los esquemas de sus naves y la tripulación, los comprimió en un solo archivo y los envió rebotándolos a través de los canales de la baliza de comunicaciones del transporte minero. No hubo respuesta antes de que se fueran de nuevo y la comunicación de Soundwave fue inútil una vez más. No hubo respuesta de ningún tipo, ni siquiera una alerta de que el mensaje no se había enviado.

Todo lo que podía hacer era sentarse y esperar.

Soundwave estaba agradecido por su paciencia casi infinita. De lo contrario, seguramente se habría vuelto loco.

Se mantuvo ocupado lo mejor que pudo: repasando más algoritmos de Lazerbeak, dándole a Ratbat muchas mascotas y evitando que Rumble y Frenzy causaran más peleas innecesarias.

Tratando de hacer que su cuerpo roto se moviera de una manera que no lo hiciera sufrir ataques de agonía.

Y, más recientemente, evitando que el Autobot se apagara.

Al principio, Soundwave no estaba seguro de qué hacer con el robot cojeando que se había interpuesto entre una amenaza potencial y sus casetes. Había esperado que exigiera algún tipo de compensación por sus acciones, como ofrecerle algo de su energon o deberle un favor que sería cobrado en una fecha posterior. Pero no. Después de instruir a Frenzy a través del proceso de transfusión de energon y reinicio, el Autobot solo había preguntado por qué Soundwave lo había salvado.