Capítulo 11

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Gael Campbell.

Una mujer picara, descarada, segura y extravagante. Nadie dudaba de eso, todos coincidían con lo mismo, ella era un ángel de pies a cabeza y no por ser un alma caritativa o amable, sino por su belleza sin igual.

Verla solo respirando era un deleite para todo ser humano o ser sobrenatural que se la encontrara por coincidencia, más para Rosalie que estaba cayendo entre los brazos de Afrodita y su lado del amor. Que grave error.

Mientras que, Rosalie Hale.

Una mujer superficial y materialista según Edward Cullen por poco o mucho que había escuchado en los pensamientos de la misma, pero desde el punto de vista de Gael, ella era una guerrera renacida del fuego infernal del mundo humano tan superficial y exigente.

Ver la nueva versión de ella era deleitante para la Campbell.

No solo por ver lo peligrosamente hermosa que era al cazar, sino ver cómo se desenvolvía mejor entre la naturaleza vampírica. Ver como ella se deleitaba con su nueva vista y oído, verla como percibía la verdadera belleza de la naturaleza, pero aquella guerrera no era para ella.

Los polos opuestos se atraen, Gael Campbell y Rosalie Hale son un gran ejemplo de ello, pero equivocado desde todos los puntos de vistas tanto de Gael como de sus familiares.

- Ella es una criatura maravillosa - Murmuro Aniela hacia Gael

- Lo sé - Acepto amargamente observando la belleza del bosque nocturno

- Y la que se está enamorando de ti de forma rápida e intensa - Agrego Arael

- Lo sé - Repitió con mayor amargura

Aniela y Arael se miraron para mirar a Gael, la menor de ellos era un nuevo ser cuestionable sin Alice a su lado, ella estaba a la deriva desde el momento que la perdió en 1919.

- Ella no sabe controlar sus sentimientos en estos momentos, es una neófita, no lleva ni el siglo.

- Tal vez dentro de un año o unos siglos más pueda hacerlo, pero durante ese tiempo tú se lo intensificarás al ser tú.

- Nuestra naturaleza complica todos los aspectos posibles para cualquier otro ser vivo en este mundo terrenal, Arael.

Gael se mantuvo callada todo el tiempo mientras ellos comentaban sobre la situación al saber que ellos tenían la razón.

- Ella se quiere casar contigo - Aquellas palabras de Aniela aterraron a Gael

- Ella no es mi Mary, mi Alice era tan pequeña, dulce y vivaz con la cual me iba a casar. ¿Ahora qué hago? ¿Me condeno por completo para el resto de la eternidad con Rosalie en santo matrimonio?

Arael alzo la ceja aceptando aquella pregunta existencial de la menor, pero al ver la expresión de Aniela supo que ella ya tenía la respuesta de toda la situación actual.

- Sabia que habías visto algo - Negó Gael con su cabeza- Habla antes que me arrepienta, mujer.





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Rosalie literalmente estaba destruyendo todo a su paso por toda la cólera que estaba cegándola al enterarse que Gael se había ido de Rochester en solo unas horas que ella salió a cazar con su nueva familia.

- Tienen que pararla - Hablo Edward al ver como Rosalie destruía la ropa de Gael en una gran fogata

- No, déjala que se desahogue - Negó Carlisle- Debe canalizar su herida, aparte de que pararla no devolverá a Gael con nosotros.

Esme asintió ante las palabras de su esposo, le daba tanta tristeza verla tan destruida por el abandono total de los Campbell, específicamente el de Gael.

- Dinero, ropa y tiempo tiene de sobra Gael - Edward asintió despreocupadamente sabiendo como era de extravagante la rubia- No me sorprende si el día de mañana regresa con cajas y cajas llenas de ropa nueva.

Edward se encogía de hombros tranquilamente mientras veía con desdén como Rosalie seguía agrandando más y más la fogata de ropa que emanaba el perfume elegante de la Campbell.

Mientras Rosalie seguía quemando hasta la cama de Gael, la Campbell estaba siendo abrazada por su hermano mayor.

- Mi muchacha, que gusto tenerte en mis tierras - Estrujaba con firmeza el cuerpo de la rubia

- Yo igual te extrañe, hermano - Murmuro con dificultad- ¿Sabías que necesito respirar?

- Cierto, cierto - La soltó entre risitas- ¿Y los demás? ¿A dónde dejaste a Arael y Aniela?

- Digamos que yo soy la que huye y ellos disfrutan de las playas del sur, Latinoamérica específicamente - Sonrió con inocencia falsa

Luci se reía a carcajadas sabiendo que su pequeña hermana ya había metido la pata hasta el fondo del mundo terrenal con alguna mujer con belleza extrema.

- Tienes un talón de Aquiles con las mujeres como yo, hermana mía - Se burlo Luci

- Que puedo decir, soy una Adonis para todos - Se encogió de hombros


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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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Ángel | Alice CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora