ORINOCO

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Tardes majestuosas con cielo colorido,

Aves y peces observan tu recorrido.

Mojando mis pies mientras te escribo

Las hermosas prosas a la orilla del rìo


El viento tremola el pajonal divertido

Jugando con sus hojas cual mano de niño

Invitando a gaviotas a cantar un himno

Pidiendo a la noche que traiga el frìo


Tus olas van y vienen y el camarón aún dormido,

Tus aguas cantan y tus piedras dan gritos

Pidiendo don y abundancia al Dios bendito

En tierras de tus riveras donde camine chiquito.


Orinoco, Orinoco; nacido del infinito.

En sequías siempre escondido,

En lluvias gota a gota creciendo poquito a poquito

Hasta llenar vastas llanuras de los caminos perdidos.


Tortugas, caimanes y hermosos peces han nacido

En tus aguas mansas y a veces bravas en horas pico

Donde hay toninas, manatíes y boca chicos,

Para dar alimento a pobres y a ricos.


Mirando el Degredo fantasías imagino.

Dibujo sobre tus aguas dorados y azules caminos

Que me lleven volando de la Piedra Perico

A la Piedra del Medio donde se posan pajaritos.


Recorrer tus aguas siempre he querido

En lancha, gabarra, curiara o un botecito

Para mirar tus paisajes verdes, azules y amarillos

Donde el Araguaney posa sus pies con tallos bonitos.


Orinoco, Orinoco...Nacido del infinito;

En Colombia tienes tu cuna con manantiales claritos

Y recorres mi Venezuela hasta el Delta de paisajes exquisitos,

Donde Humbolt hizo historia como hombre expedito.


Padre Río, Río Padre; así eres conocido.

Hombres, mujeres y niños de ti han comido,

También chigûires, lapas, iguanas y otros animalitos

De tus dulces aguas a granel han bebido


Rico en leyendas, pasajes y mitos;

Culebras de siete cabezas algunos han visto;

Barcos antiguos con velas tripulando solitos

Llenan de magia la memoria de muchos escritos.


Bolívar conoció tu fuerza y te cruzó tempranito

Los días de gloriosas batallas, flechas, espadas y gritos

Donde nació la Patria que hoy riegas sin egoísmo

Dibujando excelsas historias con pinceles de bambú menudito.


Gamelotes, boras, guayabas y jarisos

Adornan tu flora de punta a punta, pedacito a pedacito,

Tejiendo libres jaulas como en un paraíso

Para alimentar garzas, cococoras, cotùas y también pericos.


Del Caris, Orocopiche y el Aro eres destino.

El Caura y el Caroní viven y duermen contigo.

Tú recoges sus aguas limpias, oscuras y con limo,

Las llevas al Océano bajo el sol y la luna de testigos.


Orinoco, Orinoco; en ti nací, crecí y vivo.

Cada gota de tu cuerpo puede escribir un libro

Y crear fantasías en cada remolino

Porque eres más valioso que diamante fino.


Cuando la muerte visite mi recinto

y el calor me abandone y me abrace el frío

que el fuego cenizas convierta mi destino

y un pescador veguero las arroje al río.

MI TIERRA EN VERSOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora