Pasar bebiendo hasta tener un coma etílico en una fiesta de Halloween no era el plan que tenía Jimin cuando se levantó el treinta y uno de octubre, por esta razón cuando su grupo de amigos de la empresa comenzaron a jugar verdad o reto, lo primero que hizo fue pedir reto.
Quería divertirse y sabía perfectamente que su mejor amigo NamJoon lo retaría a algo extremadamente loco.
Ahora se dirigía a cumplir aquel reto que consistía en inspeccionar la casa de dos pisos abandonada del distrito de Incheon, junto a su otro mejor amigo, Jung Hoseok.
Aunque, ahora que lo pensaba mejor dentro de su auto mientras conducía y junto a él estaba Hoseok moviendo su pierna insistentemente, traerlo no había sido una buena idea. Su amigo al igual que él, es muy miedoso y si las leyendas urbanas que rondan dicho lugar son ciertas, Hoseok sería el primero en salir corriendo sin importar que lo abandonara en el proceso.
Jimin dejó caer sus hombros y soltó un suspiro derrotado.
— Me disculpo por haberte traído, supongo que era mejor venir solo.
Hoseok no respondió verbalmente, Jimin solo escuchó un resoplido, esto le hizo sonreír aunque trataba de ocultarlo. Su amigo no aceptaría que tenía miedo y peor aún, no aceptaría las falsas disculpas.
Jimin quería a su mejor amigo y lo arrastraría para juntos ayudarse mutuamente a pesar de que iban a enfrentar a sus miedos.
No podía mentir, estaba que se moría del miedo por dicho lugar, según las personas alrededor de la casa cuentan que todas las noches penan, se oyen quejidos y la noche de Halloween es más intenso porque se llega a oír como las cosas se mueven.
Lo extraño es que no hay nada, los ancianos que habitaban dicho lugar habían muerto hace diez años y los herederos no han hecho nada por vender aquella casa.
Tal vez la razón por la que no la venden es porque nadie quiere acercarse a ese lugar.
Jimin estacionó el auto frente al porche de la casa, en la noche era más terrorífico.
Árboles alrededor golpeaban las ventanas y paredes de madera, debido a la suave brisa del aire, haciendo sonidos extraños.
Las únicas luces que rodeaban el lugar eran los faroles de la calle.
La oscuridad parecía abrazar todo alrededor de la casa y el silencio su mayor aliado.
Con una mueca, Jimin se dispuso a salir del auto al igual que Hoseok.
Al cerrar la puerta no pudo evitar notar como le empezaron a temblar las manos, así que las ocultó dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón.
Caminó hacia la puerta con una tranquilidad aparente y esperaba que Hoseok estuviera siguiéndolo.
— Recuérdame por qué soy tu mejor amigo.
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Kinktober || YM
FanfictionHistorias cortas para el especial de Halloween «Spooky Night» 🎃 ๑ Prohibido las adaptaciones. © iCYPHR3 / shxdowyg