VIII

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Soberano de la Fe

Padre de la gloria,
El triunfo y la victoria
Dulce señor y eterno redentor mío
Haz de mí el servidor que te siga,
Haya calor o haga frio.
Maestro divino,
Salvador mío
Dulce Soberano De La Fe,
Moreno como la flor del café.
De mirada piadosa
Fuerte y rigurosa
Esplendido señor de señores,
Amor de mis amores.
Sudorosa está tu frente,
Déjame a mí ayudarte y
De entre toda la gente
Mi apoyo brindarte.
Agradecido mi vivir
Y dichoso es mi sentir
Porque de tu bendito y
Esplendido porvenir
Has roto el yugo,
Desterrado al verdugo
Y florecido el vestugo.

Sombras y SusurrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora