IX

8 1 0
                                    

Todos estaban conviviendo, aún había incomodidad por lo que había sucedido en el desayuno pero aún así trataban de ignorarlo. La tarde había pasado rápidamente, pues ya eran las ocho de la noche, el sol ya no existía en esos momentos, la luz de la luna cubría por completo a la ciudad de Tokyo y mientras algunos ya estaban por dormir, los universitarios estaban escuchando música en el jardín "Llamado de Emergencia" de Daddy Yankee se reproducía en la bocina, Monserrat comenzó a cantar parte de la canción y poco a poco Joanna se unió a ella.
Los demás solo platicaban o observaban a las chicas cantar.
Rato después todos estaban platicando de nuevo, habían comprado algunas bebidas con alcohol, por lo cuál este mismo ya corría por el sistema de cada uno, cada quién tenía a su pareja, Danna a Mathew, Joanna a Andrew y Monserrat...a Samuel, como todo joven universitario comenzaron a coquetear entre sí, en especial Andrew y Joanna, quienes decidieron ir a otro lado para poder "platicar" cómodamente. Sin saber cómo, el tiempo pasó demasiado rápido, tanto que ya eran las 11:55 p.m, el castaño ya estaba un poco mareado y Monserrat no iba a permitir que se fuera a su casa de esa manera.

- Tengo que irme, Mon, ya es tarde y tengo un poco de sueño.- Dijo el castaño.

- ¿Estás loco? No dejaré que te vayas a casa en ese estado, tomaste, estás ebrio.-

- Claro que no estoy ebrio, bebí un poco, pero no estoy ebrio.- Respondió.

- Deja que se vaya, Monserrat, él sabe lo que hace.- Dijo Mathew.

- Tú guarda silencio, estás igual o peor de ebrio que Samuel.- Dijo a la defensiva.

- ¡Oye! Ya te dije que no estoy ebrio.- Respondió en defensa propia.

- Si, aja, digas lo que digas, vas a quedarte.- Dijo sin más.

- Awww, te preocupas por mí, que linda eres.- Pasó uno de sus brazos por los hombros de Monserrat y le sonrió.

- Tú también guarda silencio, niño.- Soltó molesta.

- La fiera se enojó.- Mencionó en tono de burla.

- Mathew, ¿Puedes cerrar la boca? Danna, llévalo a la habitación, mañana tenemos cosas que hacer y el inútil está diciendo puras tonterías.- Danna soltó un bostezo y asintió.

- Yo lo llevo a la habitación, tú tranquila, ¿Irás a dejar a tu novio a su casa o se quedará aquí?-

- Voy a dejarlo a su casa, supongo que pediré algún taxi o algo para regresarme- Contestó, después analizó lo que Danna había dicho y frunció el entrecejo. - ¡Oye! No es mi novio.-

- Mjm, si. Como sea, me mandas tu ubicación para asegurarme de que llegues a salvo.-

- Lo haré, descansa, regresaré en una hora yo creo.-

Monserrat tomó el brazo del contrario, el cual seguía por encima de su hombro. Llegaron al auto y en menos de 10 minutos ya estaban de camino a la casa del castaño.

- ¿Realmente no analizaste lo que había dicho tú amiga o te hiciste la que no escuchó atentamente?- Preguntó.

- ¿Ah? ¿Que cosa?- Dijo confundida.

- Cuando respondiste que no era tu novio.-

- No escuché esa parte con atención, estaba distraída pensando en qué me iba a regresar.-

- Quédate.- Dijo sin más.

- ¿De qué hablas, tonto?-

- Quédate conmigo, estoy ebrio y no puedo cuidarme solito.- Dijo mientras posaba sus brazos por debajo de su cabeza.

Love In Tires Donde viven las historias. Descúbrelo ahora