El traslado

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Llega un coche extraño, parece ser un taxi ¿pero blanco?, baja una chica de pelo largo color castaño, aparentemente tener unos 21 años, labios rojos, ropa casual y con una mochila pequeña, al parecer no iba a ser larga su estadía. 

-¡Mikeeeee! ¡llegó tu mamá! Ven mijo- dice una voz a lo largo 

-Parece que ya me voy chicos- dice Mike - Nos vemos ahora 

Al mirar Mike a la dirección de donde provenía la voz que lo había llamado, nota que su madre está en el marco de la casa mirándolo, a lo que él reacciona corriendo.

-Mamiiiiiiiiii, casi no llegas- seguido de un abrazo a la altura de la cintura de Emma, ​​​​su madre.

-Sí cariño, pero ya estoy aquí- dice Emma - ven, entra tenemos que empacar que nos vamos

-¡¿Nos vamos...?! ¿para donde? - Dice el niño con una sonrisa en su cara.

-A casa, a tu nuevo hogar

-¿Mi abuela va con nosotros?- pregunta Mike mirando a Maia (su abuela)

-No, ella se queda, luego nos visitará, ¿cierto?- pregunta Emma a su madre

-Si claro Mike, cada que pueda te visitaré y te llevaré regalos- responde Maia 

-¿Puedo ir a despedirme de mis amigos?

La madre y su abuela responden asentando con la cabeza. Mike corre directamente donde sus amigos a contrales la noticia

-¡Chicos chicos! les tengo una mala noticia

-A ver, dinos - dice Alice junto con Mateo (un amigo)

-Me voy con mi madre a su casa, parece que no queda cerca, así que nos veremos muy poco - dice con un tono muy agudo

-No te preocupes, de seguro estarás mejor allá, ve y disfruta de tu nueva vida- dice Alice con un tono alegre

-Si, los extrañaré... venia a despedirme- todos se abrazan despidiendo a Mike.

Llegó la tarde y Mike con su madre van a la terminal para tomar su viaje de 6 horas a casa, con ellos llevan unas Margaritas naturales y de pollo, acompañados de una Pony Malta y una manzana colombiana. Pasada una hora y media de viaje, llegan ambos a Montería, Mike parecía fascinado por los grandes edificios del lugar y la inmensa terminal de transporte en la que se encontraba, fueron a la zona de comida a almorzar, comieron y cogieron una mini-van. . Con destino a Apartadó, Mike estaba más perdido que montañero en ciudad. A su edad (5 años) no hacia nada más que dormir, así que estuvo así durante las últimas 4 horas y más de viaje.

Llegaron a Apartadó y cuando Mike quiso abrir los ojos, se encontró acostado en una cama y todo estaba oscuro, al parecer ya era de noche, lo que hizo que se volviera a dormir.

I don't have TitleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora