Arua

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Conocí a Arua cuando solo 11 años edad. Para entonces mi mamá y yo nos habíamos modado a una casa en el bosque, cercano a un pequeño pueblo donde no había más de 200 o 300 personas ya que mi madre había conseguido un trabajo de doctora en el hospital del lugar. Además, ella decía que le gustaba vivir en un lugar tranquilo y sereno como ese.

De paso de que me decía quizás pueda hacer amigos, ya que cuando era niña era muy tímida (cosa que aún sigo siéndolo, pero he mejorado), por lo que me costaba hacerlos. Aunque si tenía uno; mi perrito Cookie.

Buenos. Un día sábado dos semanas después de la mudanza Cookie y yo estábamos jugando afuera. Cuando de pronto Cookie comenzó a ponerse inquieto y ládrale a la nada, al comienzo no supe por qué, pero en cuanto vi a la dirección hacía donde Cookie estaba ladrado noté a un pequeño resplandor amarillo que se movía flotando entre unos árboles. No supe que hacer, simplemente me quedé hay observando con incrédules y fascinación a aquella luz magina, luego yo toda emocionada fui a buscar a mi madre para que también viera aquella luz mágica, pero al regresar con ella la luz ya no estaba (por lo que mi mamá no me creyó).

Después de eso pasaba el tiempo en el bosque con la idea de volver a ver a la luz mágica. Hasta que una noche en la que me encontraba sola (porque mi madre había salido un momento por unos asuntos), vi por la ventana de mi cuarto a aquel resplandor amarillo.

Toda emocionada al ver que la luz había aparecido de nuevo, decidí tomar una linterna e ir a ver de más cerca el resplandor, entre más me acercaba más calidez sentía, pero de pronto la luz comenzó a crecer más y más al punto en que pude ver que la luz tomo una figura "humana"; parecía una niña, a decir verdad, era algo más alta que yo, su "cabello" era corto, no llevaba ropa, pero al parecer no era necesaria ya que al parecer está formada como por una especie de energía, en cierta forma está hecha de una luz amarillenta y sus ojos eran oscuro.

Con aun más asombre me quede viendo a la niña de luz, pero poco después está comenzó a flotar hacía mí hasta estar frente a frente conmigo.

— ¿Acaso me puedes ver? ¿me puedes oír?— dijo la "niña dorada" con una voz calmada, serena y con una especie de efecto de eco. A lo que le respondí asintiéndole con la cabeza.

— Vaya, no esperaba encontrarme con una niña de luz aquí. ¿quién eres?— me pregunto.

— Soy Rosalía y … ¿quién y qué eres tú?— le dije.

— Dime Arua. Y soy una las creaciones de mi Master, Azotl— me respondió ella.

No sé porque, pero me resulto fácil charlar con ella, solía ser una niña tímida solitaria y asustadiza. Pero con ella era diferente, me sentía segura, como si fuera al quién cercana a mí. Las dos estuvimos hablando un rato de nosotras mimas; yo le dije que antes vivía en la ciudad de Mérida y la razón de mi mudanza, pero a decir vedad, ella es mucho interesante que yo; aparéntenme ella fue creada por una entidad de gran poder llamada Azotl con fin de proteger a los niños de luz y que solo estos niños de luz la podían ver (cosa que me hacía una niña de luz).

Ella me iba a explicar que era un niño de luz, pero llego mi madre en su camioneta y Arua me dijo;

— Sera mejor que regreses—

— Sí, pero te volveré a ver— le dije.

— Eso dalo por seguro Rosaría— me respondió para luego desaparecer.

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