Finalmente inicia el tercer año de mi carrera. Hoy es jueves y es el primer día. Honestamente estoy en un punto de mi vida en que estoy cansada pero a su vez emocionada de estar cada vez más cerca de la meta. En dos años aproximadamente el mundo comenzará a llamarme "la psicóloga, Yang Hari".
Suspiro imaginando diversas imágenes futuras sobre mi con mi título universitario en mano hasta que Giselle viene corriendo hasta donde me encontraba con una gran sonrisa.
-Te extrañé tantísimo -dice ella en el momento en que nos abrazamos.
-Pero dormí en tu casa ayer -bromeé.
Entonces, dejé de escuchar todo a mí alrededor. ¿La razón? Tiene nombre y apellido: Park Jay, y es el chico más guapo de la universidad. Llevo gustando de él desde hace un año y por supuesto necesitaba entablar una conversación con él. Así lo hice y hoy en día se podría decir que nos hemos vuelto cercanos, muy cercanos, sin embargo... Llegué a creer que sentía lo mismo por mi hasta que empezaron rumores de que está saliendo con una chica.
Lo vi caminar por el pasillo y en cuanto pasó por mi lado ni siquiera se dignó a mirarme.
-Es un idiota, no sé cómo puede gustarte ese chico. Es un narcisista y parece un yo-yo porque solo le importa él. -Giselle se cruza de brazos mirando a mis espaldas como Jay se aleja cada vez más.
Giré la cabeza viéndolo alejarse hasta que una chica se acercó a él besándolo. Esa chica lo estaba besando. En los labios. Él estaba sonriendo entre el beso.
Mi mandíbula casi cae al suelo al igual que la de Giselle y apuesto que la de todos los alumnos presentes.
-Quiero vomitar -dije sintiendo mi mundo dando vueltas y mi pecho me dolió cada vez más-. No quiero ver más.
-Y yo lo quiero golpear. -ella rodó los ojos abrazándome mientras nos íbamos de ahí y entrábamos a nuestra aula.
Me senté a su lado en nuestra mesa con la mirada perdida. La imagen de Jay con esa chica no podía borrarla de mi mente aunque quisiera.
-Oye... Creo que esto es una señal de que debes seguir adelante y volver a tu soltería sin pretendientes o simplemente buscar alguien más. Y mejor.
Asentí procesando poco a poco cada palabra que dijo.
-Es que no lo entiendo, Gigi, creí que íbamos bien.
-Hari, entiendo que ustedes salían y se besaban... en fin, hubo algo entre ustedes aunque no hayan tenido ninguna etiqueta. Pero tal vez en su momento él no quería nada serio contigo o con nadie... Se notaba que ni él mismo sabía lo que quería.
Giselle comenzó a acariciar mi espalda de arriba abajo a modo de consuelo haciendo que yo recostara mi cabeza en su hombro.
-Lo teníamos todo para ser algo pero faltaban sus ganas de serlo, sé que disfrutaba el tiempo que compartíamos juntos pero tal vez no era para quedarse a mi lado.
Ella no dijo nada. Poco a poco el aula se llenó y eventualmente el profesor Woo se presentó dándonos la bienvenida al nuevo año deseándonos la mejor de las suertes.
Luego de dos horas la clase finalizó, lo que significaba que podíamos desayunar.
-Muero de hambre y de ganas de ver a tu hermano.
Giselle lleva enamorada de mi hermano casi el mismo tiempo que yo lo he estado de Jay.
Salimos del salón de clase y nos dirigimos a la cafetería en la cual para nuestra suerte encontramos a mi hermano un poco avanzado en la fila. Nos hizo una seña para acercarnos.
-¿Qué tal estuvo su primer día? -Jungwon nos pregunta una vez que estamos junto a él. Giselle hacía el esfuerzo de no mirarlo tanto y parecer muy obvia aunque sinceramente no podía evitar imaginarlos juntos.
-Estuvo bien, la primera clase fue con el señor Woo, ya me he cansado de decirte que es un gran profesor y amo sus clases.
-Sí, Hari tiene razón, es el típico profesor que se gana el cariño de sus estudiantes. -Giselle sonríe y puedo notar que mi hermano la mira atentamente sonriendo a medias.
De pronto a mí lado aparece un chico alto de cabello morado y lentes los cuales se sacó y guardó en su mochila al detenerse.
-Él es Heeseung, compartimos clases de taller de idioma y música. -mi hermano señala al chico a mi lado quien tampoco deja de mirarme por unos segundos antes de sonreírnos a todos.
-Lee Heeseung, estudio producción musical. -se presenta estrechando manos conmigo y luego con Giselle.
-Yang Hari, y ella es mi amiga Giselle.
Honestamente, durante toda la media hora de desayuno no podía evitar robarle miradas a ese tal Heeseung y sé que Giselle lo notó. Mi hermano había sido el primero en terminar su desayuno e irse ya que tenía que comprar materiales para su siguiente clase.
-Yo... tal vez alcance a tu hermano, Hari -dice Giselle de pronto levantándose poco a poco, pero la detengo tomando su mano-, adiós Heeseung, fue un placer conocerte. -Me mira- Nos vemos en la siguiente clase.
Heeseung me miró con una sonrisa dulce, con su mano peinó su cabello hacia atrás y pude apreciar mejor sus grandes ojos marrones.
-¿También estudias administración de empresas con tu hermano?
Negué,- Estudio psicología.
-Interesante...
Ambos terminamos de comer al cabo de unos minutos y nos levantamos para tirar los residuos.
-Te veré luego, Hari. -Heeseung es el primero en despedirse y yo solo pude asentir. Por alguna razón me sentía incapaz de hablar, de moverme, me sentía intimidada por él en el buen sentido. Espero- ¿Puedo pedir tu número? Me encantaría conocerte más.
-¿Ya?... Es decir, sí, claro. -él me dio su teléfono y yo anoté el mío en él.
-Nos vemos luego, Hari. -me sonrió nuevamente y se alejó poco a poco hasta que lo perdí de vista.
Estaba tan sumida en mi mundo procesando todo el asunto de Heeseung que no me percaté el momento en que mi amiga había llegado a mi lado.
-¿Acaso te gustó Heeseung?
-Estás diciendo tonterías, claro que no. Además, ¿Cómo me puede gustar alguien que apenas conozco? -bufé cruzándome de brazos.
-No lo sé, al menos te puede parecer lindo o atractivo...
-Ok, sí, es lindo y nada más. No es para tanto.
-Hari, de todos modos si piensas seguir adelante y olvidar a Jay, Heeseung puede ser una buena opción, parece ser un buen chico. -ambas nos miramos y me dedicó una sonrisa al mismo tiempo que ingresamos en la última clase del día.
¿Olvidar a Jay con Heeseung? Podría funcionar.
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We Can't Be Friends
Fanfiction«Desde el inicio siempre supe cómo terminaría todo. Desde que un simple roce de manos con él hacía que mi mundo brillara y una mirada bastaba para hacerme sonreír. Desde el día en que supe que me estaba enamorando de Heeseung, sabía que no iba a sal...