We Can't Be Friends

Capítulo 2 ᡣ𐭩⊹ ˚.

Pasaron un par de semanas y todos los días sin falta nos reuníamos Jungwon, Heeseung, Giselle y yo siempre que podíamos, especialmente en la hora del desayuno. Luego de clases incluso a veces solíamos salir a almorzar en el primer restaurante que nos cruzábamos.

Hoy finalmente es viernes, los cuatro nos encontramos en un mini restaurante terminando de comer, riendo y charlando. Giselle estaba sentada frente a Jungwon y yo frente a Heeseung.

Hablando de Heeseung... Ha estado enviándome mensajes de texto casi siempre a pesar que sea solo para saludar. Nos hemos vuelto extremadamente unidos lo cual me asusta un poco. Le comenté sobre esto a Giselle y ella simplemente me dijo que no es algo malo, sin embargo, yo siento que está yendo todo muy rápido y ni siquiera sé si tiene alguna intención romántica conmigo.

Estoy paranoica.

Mi celular vibró. Era Heeseung. Alcé la mirada y él estaba viendo su celular por debajo de la mesa concentrado.

Heeseung: ¿Estás bien? Te noto distraída.

Hari: Estoy bien, solo estaba pensando, no te preocupes.

Heeseung: Quería hablarte de algo.
Heeseung: Giselle y Jungwon ya están al tanto.

Fruncí el ceño al leer sus mensajes y mi corazón se aceleró un poco inevitablemente. Iba a responderle cuando la voz de Jungwon me distrajo.

—Voy a pagar, si quieren luego me transfieren sus partes. Más fácil y rápido. -Sugiere levantándose. Todos estuvimos de acuerdo y fue a pagar la comida.

—Hari, voy al baño ¿Vienes?

Miré a Giselle y luego a Heeseung.

—Si no te molesta, le hablaré sobre lo que les comenté. -interviene Heeseung a lo que mi amiga aceptó sonriente retirándose.

—¿Y bien...? ¿Por qué tanto misterio? Pareciera que fueses a cometer un delito y quieres que te cubramos.

Ambos reímos antes de que continuara hablando.

—En realidad, quería preguntarte si quisieras asistir a mi cumpleaños.

—Claro que sí, Hee ¿Cuándo es?

—En una semana exactamente, es el 15 de octubre.

Sonreí,— Cuenta conmigo. Aunque eres malo, debiste decirlo con más tiempo de anticipación, no sé qué regalarte y tengo poco tiempo.

La manera en que hablé rápidamente y mi cara de desesperación hizo que él riera a carcajadas por un buen rato.

—Lo siento, lo mismo dijeron los chicos -Dice con una enorme sonrisa al mismo tiempo que tomó mi mano-, descuida, solo con que estés ahí es más que suficiente.

—¿Eso también se lo dijiste a los chicos? -Dije riendo.

Cuando lo vi negando aún con una sonrisa, mi corazón comenzó a palpitar aún más rápido que antes. Lentamente separé mi mano de la suya evitando el contacto visual.

—¿De qué me perdí? ¿Ya le comentaste sobre la fiesta? -aparece mi hermano preguntando.

Noté por el rabillo del ojo como Heeseung asentía aún mirándome hasta que regresó Giselle del baño y nos levantamos para irnos a casa.