Hoseok y Yoongi se habían conocido en prepa empezaron una relación en la cuál, todo iba bien se amaban, sus familias eran felices y ellos también a la mitad de su carrera de universidad Hoseok se embarazo al principio tenía miedo pero había algo que podía asegurar, no quería tener ese bebé, odiaba los vómitos que le daban, los golpes cuando esa cosa pateaba dentro de el, lo odiaba solamente lo tuvo por qué Yoongi estaba feliz.
El día en el que lo tuvo ni siquiera quiso ver al bebé, lo odiaba había arruinado su cuerpo, su vida y su matrimonio también, Yoongi no acepto la indiferencia que le hacía a su hijo y decidió que se divorciaran, Hoseok ni siquiera peleó la custodia de el niño que tenía 5 años, pero aún lo veía los fines de semana
Yoongi estuvo de tiempo completo cuidando a su hijo era su razón para vivir y despertar todos los días, su pequeño amaba a su papi Hoseok y a su papá Yoongi, a este último siempre le recalcó a su hijo que su único papi era Hoseok aunque fuera un poco difícil
El pequeño sabía que su papi Hoseok no lo quería, pero trataba de ganarse su cariño, siendo un niño bueno, no hablando mucho, ni moverse cuando está en su casa.