capitulo 11

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Onipresente

Santos estaba en su despacho esperando que llegara el comprador de la hacienda que era de Marisela. Escucho unos toques en la puerta

-adelante-

La puerta se habrio dejando ver a una mujer castaña de ojos azules.

-Necesita algo Bárbara-

-No santos-

-A ok yo estoy esperando a alguien para negociar la hacienda de Marisela-

-Pues esa persona ya llegó-

-Y por que no a pasado-

-Yo soy la que comprara la hacienda santos-

Santos no lo podía creer estuvo unos minutos en silencio todavía no había asimilado lo que Bárbara le había dicho.

-Sientate por favor-

-Dame el costo de la hacienda-

-Barbara no es necesario si quieres te la puedo seder no es necesario que gastes dinero en una cosa que fue tuya hace tiempo-

-Dijiste bien hace tiempo ya no lo es y haci que por favor dame el precio-

-Sigue siendo tuya bárbara no veo necesario que pagues por la hacienda-

-Ya te lo dije dame el precio-

-Que tenca eres mujer. Bueno como se que no vas a aceptar la hacienda. Aquí tienes el documento- le dijo entregándole una carpeta- hay está el precio de la hacienda-

Bárbara leyó el documento con determinación y estuvo de acuerdo con el precio

-Esta prefecto el precio.-

-Tu decides si la compras o no-

-Claro que si la voy a comprar préstame un bolígrafo por favor para poder firmar- santos le dió el bolígrafo y ella firmó- listo

Santos tomo el documento y lo firmo.

-ya la hacienda- es tuya Barbara-

-En un rato te traigo el dinero-

-okey por eso no hay apuro. Fue un placer hacer negocios contigo.-

-Lo mismo.digo-

Bárbara se fue a buscar el dinero se lo entrego a santos y se fue a la sala a buscar a sus nietos.

-Niños les tengo una noticia-

En ese momento llego Alma y se sentó con ellos hay.

-dimos por favor Bárbara-

-ok niño- dijo bárbara con una sonrisa- niños alma me compré el miedo y me voy a vivir aya-

- nos vas a dejar solos abuela-

- no mis amores nunca pero me voy a vivir aquí cerquita. Me pueden visitar cuando quieran y tú también puedes ir cuando quieras muñeca- le dijo a alma

-No te vayas bárbara, quédate-

-Muñeca no me voy a ir al fin del mundo, vamos a estar cerca-

Ala le hizo puchero a Bárbara y los niños hicieron lo mismo

-No hagan eso por que igual no me van a convencer-

-ok si es tu decisión tenemos que acertala-

-pero abuela te vamos a visitar todos los días-

-claro que si mis amores- se lenvanto y los abrazo y alma también se unió al abrazo

-que les parece si elegimos el nuevo nombre de la hacienda mis AMORES-

la verdad de Doña Bárbara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora