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La pelinegra hace veinte minutos aproximadamente había recibido un mensaje de Han donde decía que se prepare porque en treinta minutos pasaría a buscarla con Brian. Agradecía ya estar bañada, por lo que solo debió buscar ropa decente y arreglarse un poco el cabello. Odiaba que Han pasara a buscarla sin previo aviso, pero almenos esta vez había podido terminar de arreglarse a tiempo porque cuando el timbre de su casa sono, ella solo tuvo que agarrar su bolso y salir.
—Sorprendente.—Musito Han al verla salir de la casa ya lista, ella fruncio el ceño al escucharlo.—Juraba que nos harías esperarte años, ya me había preparado mentalmente para eso.—Le dijo con diversión, recibiendo un empujon tonto por parte de la pelinegra mientras que Brian los miraba desde adentro del auto.
—Hola, O'conner.—Saludo con una amplia sonrisa cuando subio a la parte trasera del auto y Han volvió a tomar el lugar del conductor.—¿Como estas?—Le pregunto asomándose entre los dos asientos.
El rubio sonrió ligeramente sin mostrar sus perfectos dientes mientras ella lo miraba atentamente esperando su respuesta.
—Estoy bien, aunque Han no quiso cocinar para mi anoche.—Confeso con diversión ganándose una mirada rápida del asiático. La pelinegra miro indignada a su amigo.—Me hizo pedir delivery.—Siguio bromeando aunque fuese verdad, no era algo que le molestara.
—Han Lue, eres muy mal anfitrión. Debiste cocinarle algo, es tu invitado ¿O no? Debes hacerlo sentir como en casa, Han.—Lo regaño, pero no obtuvo nada más que una mueca como diciéndole que no le importaba.—Han.—Golpeo su hombro.
—Creeme que él prefiere el delivery antes que mi comida.—Contesto con diversión mirándola, pero ella no estaba de acuerdo con eso.—Deberías venir a casa y cocinarle algo, a ti todo te queda maravilloso.—Propuso.
—No eres tan mal cocinero.—Murmuro recordando las pocas veces en las que Han le había cocina.—Me encantaría ir a cocinarles, pero estoy estudiando.. Pronto sera mi semana de examanes y no puedo fallar.—Comento.
—¿Estudias?—Pregunto brian, recibiendo un asentimiento por parte de la pelinegra.—¿Qué estudias?—Volvio a preguntarle con curiosidad.
—Estoy cursando la carrera de Abogacía, estoy en mi tercer año.—Le contó con una sonrisa. No estudiaba eso por ella, pero había aprendido a querer la carrera y eso hizo que todo fuese más fácil para ella.
—Oh, wow.. —Sonrió.—Asíque Han tiene una abogada para cuando se meta en problemas.
—Nunca le confiaria mi libertad a alguien como Lia.—Respondio mientras estacionaba el auto para acto seguido bajarse del mismo.
—Que grosero.
Los tres entraron a un restaurante —El favorito de Han— y mientras los chicos elegian una mesa la pelinegra se dirigió al baño dejandolos solos.
—¿Qué pasa?—Pregunto el asiático al notar la mirada picara por parte del ojiazul. Brian, nego con una sonrisa viendo como Han dejaba el bolso de la chica sobre la mesa.—Vamos dilo, ¿Qué pasa?—Insistio.
—¿Qué hay entre ustedes?
—¿Qué? ¿Entre quienes?
—Entre Lía y tu.—Murmuro como si no fuese obvio lo que quería decir.—No me dijiste que andabas con alguien, ¿Por qué?
—Que asco.—Musito arrugando ligeramente la nariz. El solo hecho de pensar en Lía de otra manera le daba nauseas.—Es mi amiga, casi una hermana. La conozco desde antes que supiese caminar sola, jamás podría verla con otros ojos.—Aclaro rápidamente.
—¿En serio?
—En serio. Es una chica maravillosa, pero mis ojos solo puden verla como una hermana.—Aseguro.—Y ahora esta soltera o eso creo.—Le comento con una sonrisa divertida.
—¿Qué quieres decir?
—Nada, nada.—Levanto las manos en forma de inocencia a la vez que dejaba escapar una risa.—Solo te lo comentaba..
—¿Ya pidieron?—Pregunto la pelinegra cuando llegó a la mesa, ganándose la mirada de ambos.—¿No? Quiero papas fritas entonces.
