Parte I

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Jung Hoseok

Te vi a lo lejos, quise ir corriendo hacia ti, abrazarte fuertemente y llenarte de besos el rostro. Pero me quedé sentado en aquella banca, viendo como soltabas sonrisas resplandecientes a aquellas chicas que se te acercaban. Agaché mi rostro intentando esconder el disgusto que me causaba, cuando levanté la vista para volverte a mirar, te alejabas junto con JungKook.

Me levanté de la banca, sacudí mi pantalón y caminé hasta el aula, mi asiento estaba a lado de la ventana por lo que desde ahí pude verte jugando baloncesto junto con tus compañeros de clase.

Tu cuerpo se movía con agilidad, aunque algunas veces hacías uno que otro movimiento torpe haciendome sonreír enternecido.

Kim Taehyung, ¿Qué estas haciendo conmigo?

Podía pasar horas observándote, me sabía de memoria cada una de tus expresiones, podía predecir que movimiento harías o que dirías. Tu sonrisa, solía ser la clave de mi felicidad; tus manos eran el instrumento perfecto para demostrar amor, tus miradas juguetonas lo eran todo para mi y tu voz lograba crear una revolución en mi estómago.

¿Esto es amor? Estoy seguro que sí, por que si no ¿Qué más sería?

La siguiente hora de estudio comenzaría y antes de eso, aproveché para ir al baño, donde después de entrar te vi acomodando el suave flequillo de tu cabello, me acerqué y te sonreí a través del espejo.

- Hoseoki, te he extrañado - dijiste lanzándote a mis brazos.

Te besé ambas mejillas y la punta de la nariz. Te soltaste de mi abrazo y me tomaste de la mano, te seguí hasta uno de los cubículos y cerraste la puerta para luego pasar tus delgados brazos sobre mi cuello.

- ¿Tú me extrañaste? - preguntaste con un lindo puchero formado en tu labio inferior. Yo asentí sin apartar mi mirada de la tuya.

Oh, Taehyung, ¿Por qué preguntas cosas así? Estoy seguro que sabes la respuesta. Te he extrañado con locura, deseando tenerte entre mis brazos, besarte una infinidad de veces y perdernos en nuestro amor.

Acerqué mi rostro al tuyo y tu sonrisa creció, sabias lo que iba a hacer y te adelantaste, tocando con tus deliciosos labios los mios. A penas un pequeño roce tímido, te tomé de la cintura acercándome a tu delgado cuerpo, succioné tu labio inferior iniciando un beso más atrevido que el anterior. Tus besos eran suaves y delicados, acaricié tu cintura pero tuve que separarme de ti por falta de aire.

- Taehyung - susurré sobre tus labios.

Tu cabeza encontró lugar entre mi cuello y hombro, acaricié tu espalda mientras tu suspirabas mi nombre una que otra vez.

- Detesto no poder estar cerca tuyo mucho tiempo - dijiste con la voz temblorosa.

- Tranquilo TaeTae - tomé tu rostro entre mis manos. - Te amo, ¿Lo sabes?

- Lo sé, y también te amo, tanto que no se podría medir.

Te sonreí y besé tu frente haciéndote suspirar. Después de unos minutos en los que nos repartimos besos y abrazos, salimos del cubículo y nos dirigimos a nuestras aulas, prometiendo vernos al finalizar el día escolar.

Las muchas horas de estudio pasaron, hoy estaba muy agotado quizás por que la noche anterior me había mantenido despierto hasta muy tarde pensando en ti. Habíamos estado distanciados un fin de semana, un fin de semana en el que estuviste enfermo y yo ni siquiera pude pararme en la puerta de tu hogar. Tus padres no me lo permitirían.

Al tocar el último timbre, tomé mis cosas rápidamente y corrí hasta la entrada del instituto, me apoyé en la pared esperando que llegaras. Enfoqué mi vista y enderece mi espalda cuando a lo lejos vi tu cabellera castaña, levante la mano para que me vieras. Miré tu hermosa sonrisa y corriste hacia mí, dejando atrás a Jimin y a kookie.

Te colgaste de mi brazo y besaste mi mejilla.

- Pasemos por el puesto de patatas dulces - dijiste tomando mi mano.

- Hola chicos - saludé a tus dos mejores amigos. Hicieron una reverencia y tú me tomaste aún más fuerte. - Nos vemos.

- Adiós Hyung - gritaron al unísono moviendo sus manos mientras nos alejábamos en dirección contraria a ellos.

Pasamos por el pequeño puesto de patatas dulces, compramos algunas y caminamos un poco hasta llegar a un pequeño parque, a estas horas nadie pasaba por aquí por lo que podía tomar tu mano sin preocupación y besar tus labios cuantas veces quisiera.

Después de sentarnos en una de aquellas bancas solitarias, tomaste una patata entre tus delgados dedos y retiraste la cáscara, me diste el alimento y lo tomé.

- ¡Aigoo! Esto es delicioso - dije para luego volver a morder la patata.

- Si que lo está - contestaste.

Caminamos hasta tu hogar, a paso lento y tomados de la mano. Nos despedimos una cuadra antes de tu casa, así era siempre. Quizás si aquella vez tus padres no nos hubieran visto besándonos en tu recámara, quizás seguiría dejándote en la puerta de tu casa, seguiría saludando a tu madre y quizás hasta cenaría con ustedes, pero las cosas siempre cambian por una simple acción.

- Te amo Hoseoki.

Te arrinconé en la pared, en aquel callejón oscuro y te besé como si fuera nuestro último beso. Siempre era así, quería aprovechar cada segundo a tu lado antes de que quisieran separarnos definitivamente.

- Te amo Taehyung.

Y te alejaste, te vi entrar a tu casa y di la media vuelta para caminar hasta la mía, donde mi fría recámara me esperaba.

Hola ♥ por favor denle amor a éste mini-fic, nos leemos la próxima semana. ¡Gracias por leer!

CLARITY. VHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora