Capítulo 19. Decidido

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Izuku apenas tiene la oportunidad, se alista y camina hasta la casa de Bakugo. No, no lo encontró. Después de eso, va en busca de la agencia de Endeavor, donde se encuentra con Shoto realizando un papeleo. El hombre bicolor apenas lo ve y pone una mala cara, más de angustia que de molestia.

—Shoto, ¿dónde está?

—Tengo que decir que ni siquiera lo sé —dice, sacando una carpeta de su escritorio—. Hizo todo el proceso por su cuenta, llenó los formularios, hizo el pago por la anterenuncia no avisada y simplemente se fue antes de que yo llegara —Izuku toma la carpeta y empieza a revisar cada uno de los documentos firmados—. Lo bueno es que es un formulario temporal; planea volver en un año o, mínimo, tendrá que regresar para extender sus papeles.

—¿Un año? —pregunta Izuku, con el nudo en la garganta—. No, imposible, no puedo esperar tanto.

—Puedo intentar conseguir su ubicación, pero no puedo prometer encontrar nada, es tierra extranjera.

Izuku asiente; entiende lo que significa, pero no es el momento de pensar en negativo. Va a hacer lo que sea necesario.

Se retira poco después, ya que necesita presentarse en su lugar de trabajo. Para esa hora, la clase ya ha transcurrido por completo y quien lo cubre es otro héroe que labora como contratista por horas.

Camina hasta el salón de maestros, donde se encuentra con Aizawa, que ahora es un orientador de profesores y alumnos más que un profesor. Sí, tal vez es lo mejor, ya que sus horas de sueño no han disminuido y es más adecuado para las nuevas mentes tener a un profesor activo. Bueno, la clase A del profesor Aizawa sale con las mejores notas. No es que enseñe mal, aunque ciertamente él tampoco quiere repetir la experiencia de cuidar de tantos niños directamente; casi se les muere más de cinco veces, así que no volverá a la enseñanza, de eso está seguro.

Cuando ve a Izuku, le extiende unos documentos que debe llenar y le avisa que puede retirarse por dos días para que se recupere, debido a que la UA ya tiene el informe médico sobre el quirk al que se vio expuesto.

—En realidad, necesito un permiso de una semana, me voy a Estados Unidos.

—¿Qué tú qué? —Aizawa presiona el puente de su propia nariz, tratando de relajar su mente—. Lo siento, no puedo hacer eso; esos permisos solo son para héroes con labores activas que necesiten hacer misiones, pero tú no estás enlistado y te encuentran en el sistema como héroe en funciones pedagógicas por obvias razones. Si quieres viajar, necesitas mínimo una autorización de la comisión nacional de héroes.

—Si la consigo, entonces vas a darme la autorización —dice para sí mismo, más como una afirmación que como una pregunta.

El mayor lo mira con un gesto cansado y dudoso, pero afirma; él no piensa negarse a una autorización del alto mando.

—Tienes dos días para conseguirla; de lo contrario, quiero que estés a las 7 de la mañana listo para dar tus clases, ¿lo has entendido?

Izuku se ríe tímidamente, aunque divertido, ya que, a pesar de la edad y de prácticamente trabajar juntos, su exprofesor le sigue hablando como si fuera un niño, y no solo eso, como el niño problema que siempre fue. Parece que lo ve como si en cualquier momento se fuera a romper un hueso solo con respirar.

—Firme y claro, me retiro —avisa y sale del lugar para caminar hacia la comisión.

Sabe cómo conseguir ese permiso y, aunque realmente parece algo demasiado ilegal, no piensa darse vuelta atrás. Camina hasta un centro de productos especiales de héroes retirados y sonríe en grande al ver una figura de Endeavor de su época de oro, en la juventud de Shoto posiblemente. Cuando piensa en eso, un escalofrío lo recorre mientras toma la figura para pagarla.

La promesa [Profesor&Prohero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora