Soy mejor que Él | Kylia (Fanfic)

Capitulo 2

Kylie salió de su clase de Diseño con el corazón apesadumbrado.  Ethan había ignorado sus mensajes durante toda la mañana, y ella no podía dejar de pensar en la incomodidad que había sentido en la cafetería.

Al llegar a la puerta del salón vacío, se encontró con Ethan, quien la esperaba con una sonrisa forzada.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Kylie, sintiendo un nudo en la garganta.

-¿No me puedes esperar un ratito?-  respondió Ethan, sin dejar de sonreír.

Kylie sintió un escalofrío recorrer su espalda.  Su sonrisa era falsa, y algo en su mirada le hizo sentir miedo.  Ethan cerró la puerta con un golpe seco, asegurándose de que no hubiera testigos.

-Kylie, necesito que entiendas- dijo Ethan, con un tono que no le gustaba a Kylie. -He estado un poco... estresado con los exámenes-

-Pero, Ethan, tú siempre has sido así últimamente- respondió Kylie, con un tono acusatorio. -Te he intentado hablar y entender pero me ignoras-

-¿Ignorarte? ¿Qué estás diciendo, Kylie? No entiendo-

-Claro que sí, Ethan.  Lo haces todo el tiempo.  No me prestas atención,  me dejas hablando sola.  ¿Por qué te comportas así?-

Ethan frunció el ceño, molesto. -Mira, Kylie, estoy intentando concentrarme en mis estudios.  Es un momento difícil para mí-

Kylie sintió una ola de rabia recorrer su cuerpo. -No me vengas con eso, Ethan.  Llevas meses ignorándome-

Ethan dio un paso hacia ella, acercándose a su rostro. -Eres una dramática, Kylie-

Kylie sintió una punzada de dolor en su pecho. -No te pongas así, Ethan.  No me hables así.  No soy dramática, solo estoy diciendo la verdad-

Ethan la tomó de la mano y la acercó a él, sintiendo su cuerpo temblar. -Kylie, sabes que te amo, ¿verdad?  A veces estoy tan estresado que no puedo controlar mis emociones.  Perdóname-

La mirada de Kylie se encontró con la de Ethan.  En ese momento, sintió una mezcla de miedo y confusión.  Ethan la estaba manipulando,  y ella no podía dejar de sentir lástima por él.

-¿Estás bien?- susurró Ethan, con voz suave. -Kylie, por favor, no te enfades'

Ethan se inclinó para besarla, y Kylie, con un suspiro, se dejó llevar por la necesidad de ser amada.  El beso fue apasionado, pero Kylie podía sentir que algo no estaba bien.  Ethan tenía un brillo raro en la mirada,  una frialdad que no le gustaba.

En medio del beso, el teléfono de Ethan comenzó a vibrar.  Kylie lo apartó de un empujón, tratando de recuperar su teléfono.

-Ethan, ¿qué es esto?- preguntó Kylie, mirando el nombre en la pantalla: "Sara y un corazon." Sara era una ex novia que Ethan tenía.

Ethan, con un rostro de sorpresa, intentó quitarle el teléfono de las manos.  Kylie forcejeó con él, tratando de contestar la llamada.

-¿Hola?  ¿Sara?  Soy... soy Kylie.  Ethan está en el salón conmigo.  Por favor, dime qué es lo que está pasando-

La voz de Sara sonó por el altavoz.  -Ethan, ¿eres tú?  ¿Dónde estás?  Me preocupaba que no respondieras al teléfono-

-Sara, ¿qué estás diciendo?  Soy Kylie.  ¿Cómo es que...? -

-Kylie, cálmate.  Ethan, ¿eres tú? ¿estas hay? Responde, nesesito saber si nuestra cita de esta noche sigue en pie ¿Quieres quedarme en mi casa? -

Antes de que Sara pudiera seguir hablando, Kylie colgó la llamada.

-Ethan, ¿qué es esto?- gritó Kylie, con un tono de voz que nunca antes había utilizado. -Llevas nueve meses conmigo.  ¿Cómo puedes hacer esto? ¿Porque sigues hablando con ella? -

-Kylie, por favor.  Es un malentendido.  Ella es... solo una amiga-

-Amiga, ¿Ethan?  ¡No digas tonterías!  ¿Cómo pudiste engañarme?  Vete.  Vete de aquí-

Ethan, con la cara roja de furia, la miró con furia. -Yo no hice nada.  Es ella la que...-

-No me importa, Ethan.  Ya no quiero nada contigo.  Vete-

Ethan se abalanzó hacia Kylie, su rostro contorsionado por la ira. -¡No me digas qué hacer, Kylie!- le gritó, su voz resonando en el salón vacío. -Tú siempre has estado ahí para mí, ¿y ahora te vas a comportar así?-

Kylie se encogió ante su agresión, su cuerpo temblaba. Su corazón se había convertido en un nudo de dolor e indignación. -¿Cómo puedes decir eso?- replicó, con la voz apenas audible. -Tú me engañas, Ethan. ¿Cómo puedes culparme?-

-Ella es solo una amiga, Kylie!  No significaba nada para mí. ¡Solo estaba aburrido!- gritó, con la voz cada vez más alta.

-¡No me importa! ¡No me importa si es tu madre, tu hermana o tu perro!  No puedo creer que me hayas hecho esto-  dijo Kylie, las lágrimas comenzando a rodar por sus mejillas. -Te di todo.  Te di mi tiempo, mis sentimientos, mi confianza.  ¿Y tú me entregas esto?- dijo Kylie con los ojos llorosos- Ni siquiera es solo esto, llevas semanas y semanas ignorandome, no quieres pasar tiempo conmigo, me tratas mal, ya me canse Ethan-

Ethan se quedó mudo, viendo cómo Kylie se derrumbaba en el suelo, su cuerpo convulsionado por los sollozos. La furia que lo había consumido minutos antes se había esfumado, dejando paso a una mezcla de culpa y confusión.

-Kylie, por favor.  Perdóname, no te quería hacer daño- dijo Ethan, acercándose a ella con cautela.

-¡No te acerques!- gritó Kylie, su voz llena de desprecio.  -No quiero verte nunca más-

Ethan retrocedió, sintiendo un vacío en su pecho. Nunca había pensado que Kylie reaccionaría de esa manera.  -Kylie, por favor...-   empezó a decir, pero Kylie no le dejó terminar.

-Vete.- dijo Kylie, con la voz ahogada por las lágrimas. -Ya no quiero nada contigo, terminamos-

Ethan se quedó de pie, mirando a Kylie, con la esperanza de que ella cambiara de opinión.  Pero sus palabras, llenas de dolor y decepción, se le clavaron en el alma.  Se había dado cuenta de que la había perdido.

Con un último suspiro, se dio la vuelta y se marchó, dejando a Kylie sola en el salón vacío.  Las lágrimas seguían corriendo por su rostro, mientras la traición de Ethan le golpeaba como un puñetazo al estómago.

Su corazón estaba hecho pedazos.  Se había dado cuenta de que Ethan no era el hombre que ella pensaba que era.  Y en medio del dolor, una nueva sensación comenzó a emerger en su interior: la esperanza.  Una esperanza que se alimentaba de la amistad incondicional que siempre había tenido con Malia, nesesitaba a Malia, que la abrazara y le dijera que todo iba a estar bien.

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