¡Valórame, Felix! [LIXJIN]

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Felix había pasado una semana entera en la casa de Changbin, donde el mayor siempre lo despertaba con regalos, flores y mimos. Se sentía muy bien estar ahí, pero aun así, algo dentro suyo le decía que todo estaba mal.

Más esa mañana, cuando despertó con las sábanas mojadas luego de estar la mayor parte de la noche follando, recordó que antes de irse a trabajar, Changbin le dejó algo en la mesa y le plantó un beso para después irse. El único que trabajaba era Changbin, porque este mismo le había pedido a Felix que se pudiera unos días y así poder estar más tiempo con él.

Cuando se despertó logró ver algo en la mesa de luz, abriendo el paquete para luego ver que se trataba de un lujoso reloj, de aquellos que no se ven todos los días. Sonrió, sin dudas, y se lo probó, le quedaba muy bien.

Pero la mente es tan traicionera a veces que recordó cuando Hyunjin le había regalado un reloj comprado de una tienda de segunda mano, pero a Felix no le gustó mucho. Sólo fingió que le encantó para luego no usarlo más.

Hyunjin se daba cuenta que no lo usaba porque siempre miraba que su muñeca no lo llevaba, pero no le decía nada. Nada.

Se levantó y enseguida se preparó algo rápido para comer, maldiciendo que el desayuno no estuviera hecho para cuando él se haya despertado... como cuando vivía con Hyunjin.

Bufó y tomó su café para luego darse cuenta de que era ya muy tarde para desayunar y que Changbin ya pronto iba a volver del trabajo. Sin tanto tiempo para pensar, Changbin apareció en el departamento, dejándole una vaga sonrisa.

—Hola, Lix —le habló el mayor, abrazándolo por detrás— ¿Has dormido bien, cariño?

—Si, mi amor —le dijo Felix tomando su taza de té— Amor... ¿Qué vamos a comer?

—Oh, no te preocupes por eso —le dijo Changbin dejando su maletín en el suelo y sacando el celular—, pediré algo de comida rápida.

Oh no, comida rápida otra vez.

Felix detestaba la comida rápida, a él le gustaba más el pollo al horno con papas que le preparaba Hyunjin, también la carne asada que solían hacer los domingos, las brochas de cerdo y las ensaladas para acompañar.

Y la comida rápida no se comparaba a eso.

Mientras Changbin se encontraba distraído con su celular, Felix miró la hora en el suyo. Se le ocurrió inventar alguna excusa para salir de allí.

—Bin —habló— Creo que tengo que ir a buscar algo de ropa... a mi departamento.

Changbin le alzó la mirada.

—Yo puedo comprarte más ropa, Lix. No es necesario que vayas.

—Pero es que yo... realmente necesito mi ropa —le dijo Felix con un puchero en los labios y logró convencer al mayor.

—Está bien, mi amor —respondió Changbin y le dejó un beso— En la noche cenaremos mejor.

Y Felix se fue de allí con intención de poder hablar con Hyunjin... sobre muchas cosas.

●

Hyunjin había cumplido su primera semana en el gimnasio, todo si no fuera por ayuda de Chan, su personal trainer, quien lo ayudó todo este tiempo. Siempre que terminaba de hacer un ejercicio lo felicitaba, y ahora estaban hablando más que antes.

—Hyunjin, no quiero sobrepasarme contigo, pero... ¿puedo preguntarte algo? —habló Chan.

—Claro que sí— contestó Hyunjin mientras usaba la caminadora.