¿Por qué? - Completa

Triste existencia

Habían pasado unos momentos y por alguna razón, empezó a sentirse incómodo ante los demás. Sasaki dejó su vaso sobre una de aquellas mesas y se despidió de sus acompañantes.

Nadie le reprochó su acción. Internamente agradecía el gesto.
Miró hacia su alrededor buscando un lugar libre, en silencio y tranquilo.
Lo encontró en las terrazas que se encontraban al otro extremo del salón.

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-Si estás buscándolo, deberías ir hacia allá. Creo que lo ví saliendo por ahí - le dijo uno de los Einherjars, el luchador de sumo Raiden.

-Gracias - comentó sin demora alejándose.

Su corazón temblaba a cada paso. Su maldita convicción estaba desapareciendo.

Unos minutos después, lo encontró.

El rey del Inframundo no daba con las palabras para explicar lo que estaba sintiendo en ese momento.

Sasaki Kojiro respiró profundamente mientras contemplaba la noche estrellada sobre el Valahalla. Una noche como ninguna otra, debía admitir, rodeado de todas la personas importantes para él.

El dios sabía que debía acercarse. Había llegado con la intención de cambiar su decisión, evitar a todas costa que se alejara de su lado. No quería que el humano desapareciera pensando que no quedaba nada para él ahí.

El einherjar suspiró de nuevo. No estaba sólo. Después de tanto tiempo, su soledad nunca había sido un problema. Su vida era muy diferente ahora. Todo porque había deseado algo más que la espada. Había luchado por algo más que su honor o salvar la humanidad. Su propia ambición había crecido y ahora su cuerpo había pagado el precio.

Hades, el hijo mayor de Cronos, no quería perderlo. Amaba a Sasaki de una manera inexplicable. Como dios quería protegerlo, liberarlo del sufrimiento que había recibido de Poseidón. Mientras que como rey, quería retenerlo a su lado. Su amor era la mezcla precisa de deseo, de pureza y de empatía.

Sasaki se sentó sobre el suelo. A pesar de los lujos asientos cerca, quería relajar su cuerpo. Ya lo soportaba tanta tensión y tanta ansiedad.
A pesar de haberlo alejado, quería ver al dios Hades.

El griego dió un paso al ver al humano quedarse en aquella terraza al final del salón. Para su buena suerte, muchos mortales estaban de su lado y lo guiaron hasta él.

-"¿Puedo decirle que se quede a mí lado?" - era la pregunta que dominaba su mente - "¿Debo ser egoísta y retenerlo sabiendo cuáles son sus razones?.

El samurái cerró sus ojos por un momento. Pese a todo su esfuerzo, aún sentía que quería quedarse. Su corazón quería mantener vivo está nueva vida. Por otro lado, las marcas en su cuerpo, sus recuerdos le provocaban dolor. No estaba limpio. Su honor como hombre y luchador había sido reducido por la violación.

-"¿Qué puedo darle de mí?" - pensó con tristeza - "Hades no merece a un hombre como yo. Roto, sin dignidad y un perdedor" - le dolía confesarlo.

Hades apretó su puño con fuerza. Era el momento de decidir. ¿Sería capaz de vivir sin Sasaki? ¿Podría sanar las heridas que su hermano menor había provocado por su obsesión?

El einherjar abrió sus ojos de golpe. Su precognición le había mostrado un escenario que lo sorprendió. Sin darse cuenta, giró su cabeza para comprobarlo.

Hades fijó su mirada en los ojos ámbar que lo descubrían. No pudo detenerse. Avanzó a una velocidad que no controlaba, hasta llegar a dónde se encontraba ael humano.

Sin rodeos, sin esperas.

El dios y el humano se acercaron. Hades descendió hasta su altura y tomó su rostro con sus manos. Sin meditarlo, lo besó en silencio.

Sasaki correspondió. Sus labios danzaban en un baile necesitado y urgente. Querían más, sus propios cuerpos se acercaron entre sí.
Sasaki ya había caído de espaldas sobre el suelo, sintiendo el frío recorrer su espalda, más el calor que comenzaba a abrazarlo, le impedían detenerse.

Por lado, el rey del Inframundo continuaba con sus caricias. Sostenía con firmeza  el cuello, los hombros de su amado.

Por unos momentos, no pudieron detenerse hasta que la falta de aire lo hizo.

-Hades...-san - susurró el humano a centimetros del rostro del dios.

-No te vayas, Sasaki - dijo el dios sin rodeos. Fijando su mirada en el mortal. Kojiro sintió su cuerpo estremecerse ante aquella mirada que lo dominaba - quédate conmigo - dijo el inmortal para después acerca su rostro al cuello del humano. El mortal sentía la respiración agitada del rey debido a la cercanía.

¿Acaso Hades era consciente de lo que provocaba en él? ¿Era la bebida la que estaba nublando su juicio?

-Yo...

-Sé cuáles son tus motivos, de verdad los entiendo pero no puedo perder a la persona que amo. Te ayudaré, sanaré todas las heridas que tengas. Soy un dios y puedo dedicar mí vida a ello... - agregó con cierto tono de desesperación que paralizó al samurái - quiero que seas feliz, Sasaki. Realmente quiero ser feliz a tu lado.

Sasaki lo supo en ese entonces.

A veces uno debía convivir con los dolores y pesares.

¿Por qué?

Por que su peso era inferior comparado con la vida junto a la persona que se quedaba a tu lado. La personas que se convirtieron en tu familia.

-De verdad que no puedo negarme, Hades -san. Creo que tienes razón, estaba a punto de ahogarme en una triste existencia por mí pasado... - el dios se quedó en silencio. Sasaki levantó su mano acariciando el rostro del dios - estaba por cometer el mismo error que tu hermano... Pero me has salvado de eso.

Próximo capitulo final