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Era una tarde soleada; el cielo brillaba en un azul intenso, salpicado de nubes, que parecían flotar como algodones de azúcar. Una suave brisa acariciaba mi rostro, trayendo consigo el aroma fresco de la hierba y las flores. Me encontraba en las gradas junto a mis dos mejores amigos, Eros y Dimitry.

Eros estaba recostado  perezosamente, con los brazos detrás de su cabeza, como si quisiera que absolutamente nadie le hable. A mi lado, Dimitry  hablaba animadamente, aunque sus palabras se perdían en el viento. Y Yo me sumergía en un mar de pasamientos.

–¿ vamos Emma, di que si– dice el peli blanco de ojos azules. Dimitry, logrando que salga de mis propios pensamientos

–¿perdón?–digo luego de no escuchar lo que me había dicho

–Leila hará una fiesta mañana, He ira todo el instituto– continua con una sonrisa de oreja a oreja

El ya sabia mi respuesta: que era un rotundo "No". Claro que no iría; no me gustan esas fiestas. Y sabia perfectamente que solo me invitaban por ellos dos, siendo honesta nadie conocía de mi presencia hasta que ellos estaban a mi al rededor.

-vamos Emma, es solo una fiesta.-insiste Dmitry luego de que no le diera una respuesta.

-que no, Dmitry. ¿que haria yo en esa  fiesta? ni siquiera me conocen. sabes que no es lo mío-dije con la voz un poco cansada. Y esta claro que el no desistiría fácilmente; Su insistencia era casi un deporte para el. Al final de la fiestas, sabía perfectamente como terminaría

Eros y yo terminaríamos cargando a Dimitry hasta el auto por terminar tan ebrio; así eran las fiestas con esos dos  pero tenían su toque.

Eros ignorando a todos. Dmitry molestando a Eros, yo tratando de que Eros no le de un puñetazo a Dmitry que termina tan ebrio que no se abstiene a las consecuencias, y por ultimo Eros y yo cargandolo.

La personalidad de estos dos Era tan distinta que nadie creería que son hermanos. Eros era la calma hecha persona y Dimitry parecía una tormenta de energía.

Eros  tiene una  personalidad enigmática y reservada. Es De complexión atlética, ya que es el capitán del equipo de futbol. su apariencia es llamativa, con una estatura notable y una serie de tatuajes que adornan sus brazos y pecho, cada uno con un significado personal. Sus ojos son de un color oscuro y profundo, que a menudo reflejan una mezcla de melancolía.

Dmitry es el hermano menor, tiene una personalidad extrovertida y carismática. Con un cabello tan rubio que parece blanco  y ojos azules brillantes, su presencia es magnética, capaz de iluminar cualquier habitación. Confieso que Su entusiasmo por la vida suele ser contagioso, siempre está dispuesto a hacer reír a los demás con sus historias y chistes. Sin embargo, su impulsividad a veces lo lleva a situaciones complicadas, especialmente cuando se deja llevar por el alcohol en fiestas.

Y luego estoy Yo, suelo ser muy sensible y q actuar como la voz de la razón entre Eros y Dmitry; especialmente cuando se pelean. Soy de estatura media y con una figura delgada, mi cabello es castaño y mis ojos azules al igual que el cielo. quiero creer que tengo  una belleza sutil, si bien no soy la mas hermosa, tampoco me considero alguien fea. 

-Y tu Eros que dices. ¿Te unes?‐dijo Dmitry otra vez logrando sacarme de mis pensamientos.

-¿una fiesta, lleno de adolecentes hormonales y ebrios como tu? yo paso-respondió con su característica indiferencia

-Oh vamos. Por favor, son unos amargados.-dice Dmitry cruzándose de brazos; fingiendo estar enojado. como un niño que no le dan lo que quiere. Pero conozco bien a Dmitry se que se las arreglara para que vayamos
–Hagamos un trato–dice finalmente–si ustedes van les prometo...a ti Emma–hace una pausa pensando en que puede darme a cambio de que vaya – ¡YA SE! TE COMPRARE EL LIBRO QUE TÚ QUIERAS–

El idiota sabia perfectamente como comprarme. Odio que me conozca tan bien

-Acepto, pero tu me pasas a buscar-dije apuntándolo con el dedo indicándole que no aceptó un "no" por respuesta.
Pude ver su cara de "yo consigo lo que quiero "pero mi querido Dmitry yo también lo hago.

-¡claro que si! Una menos.-dijo en tono de victoria pero aguardo silencio cuando vio mi cara de "o te callas o no voy"

-¿A ti Eros, que te puedo ofrecer?-dijo pensativo

Siendo honesta, Dudaba un poco que pueda comprar a Eros tan fácilmente.
Eros es un chico callado y reservado; las mayoría de las veces se la pasa ignorando al mundo, por no decir siempre.

Aun no tengo idea de como soy la mejor amiga de estos dos chicos. Solo digo. El inexpresivo que todas aman y el egocéntrico que muchas quieren llevarse a la cama, y luego estoy yo la chica a la que solo se le acercan para conseguir algo de Eros o Dmitry, siempre paso a segundo plano, y no voy a mentir estoy acostumbrada a eso, solo que... a veces duele.

–A ti Eros... oh vamos amigo, por favor.-dijo Dmitry ya que no se le ocurrió nada que ofrecerle

Bueno. Eros y Dmitry no les falta nada, tienen todo lo que quieren. ya que sus padres son abogados. Ya quisiera yo tener el dinero que ellos poseen.

-de acuerdo–dice Eros finalmente– iré. pero tu le dirás a mamá lo que paso con el auto-lo amenazo. siendo sincera no quería ni sabe lo que le hicieron a ese pobre auto

Dimitry iba a reprochar algo pero le llego una llamada y se fue rápido a atenderla.

Finalmente quedamos Eros y yo solos. El silencio con el no era incomodo; podríamos estar horas sin hablar.

Es increíble lo cercana que puedes llegar a ser a alguien, lo vulnerable que nos podemos llegar a ser las personas cuando queremos a alguien me resulta extraño. ¿Como podemos amar si la mayoría de las veces eso termina Mal? Si la vida no nos lleva son otras situaciones la que hace que todo se acabe

mirando hacia el campo de entrenamiento pregunto– Oye, Eros, ¿alguna vez pensaste en lo que hubiera pasado si hubieras muerto?

Eros sorprendido voltea a mirarme–¿Qué clase de pregunta es esa?

– No lo sé–respondo– solo tengo curiosidad.–

–No, no lo he pensado. Solo me enfoco en el aquí y ahora. No tiene sentido preocuparse por lo que pudo haber pasado.–

–Pero, ¿y si...?–trate de decir, pero Eros me interrumpió

–Emma, dicen que las cosas pasan por algo. Sin embargo, yo no lo creo. Hay personas que intentaron suicidarse y no lo hicieron porque no tuvieron agallas.–

–Eso no es cierto. Creo que no lo hicieron porque tal vez son demasiado fuertes como para rendirse tan rápido.–

– El suicidio es de valientes.– responde algo perdido en sus propios pensamientos

–Vivir también lo es. Uno nunca sabe cuán larga es la caída, eso implica no saber qué tan cerca estás de tocar fondo.–

El aire se volvió denso con esas palabras. Era como si hubiéramos abierto una puerta hacia un lugar oscuro y profundo del alma. Pero había algo liberador en compartir esos pensamientos tan íntimos; al final del día, éramos solo dos personas tratando de entender un mundo lleno de incertidumbres.
–vamonos–dijo levantándose de su lugar y haciendo un gesto con la mano para que yo haga lo mismo–ya tengo curiosidad de como terminara esa fiesta.

Luego de una par de horas, Ya nos encontrábamos en la fiesta; yo llevaba puesto un  vestido rojo, de seda, sin mangas, con un escote cuadrado y un dobladillo con volantes. Es un vestido muy bonito. Que aunque me hacia sentir un poco incomoda, fue lo mas decente que encontré

Eros iba completamente de negro, con una remera se mangas cortas que dejaba a la vista los tatuajes de ambos brazos. Al contrario a mi. El se veía muy indiferente

Y Dimitry vestía una camisa blanca a juego con el color de su pelo; y un pantalón de Jean, azul Marino. Era el que estaba mas animado; algo típico en el. Podría jurar que veía demasiado,  “el increíble mundo de gumball”. De pequeño.

Apenas pusimos un pie dentro de la fiesta, rápidamente varios amigos de estos dos se acercaron a saludarlos. En el intento de acercarse mas a ellos uno que otro me chocaban. Sabia perfectamente que este era el momento de ellos; así que decidí alejarme sin antes mirarlos a ver que sucedía.

Dimitry estaba muy alegre, saludando y contando alguna historia a las personas que lo rodeaban. lo sabia porque cada palabra que salía de su boca, los hacia reír; A su lado estaba Eros, el se encontraba mas serio escaneando el panorama como si estuviera buscando algo. Mientras intentaba liberarse de esa multitud de Gente, un chico se le acerco, y Eros por educación lo saludo de manera educada. Entonces Antes de ver mas decidí seguir mi camino en dirección al baño.

Una vez allí  lave mis manos y me vi al espejo. Si bien no había pasado mucho tiempo en esa fiesta mi cara parecía la de alguien que no ha dormido bien durante dos semanas.  Y no lo había hecho, últimamente no venía durmiendo bien y eso lo reflejaba mi cara y el constante dolor de cabeza.
Quería quedarme mas tiempo allí dentro, para asimilar la situación, pero unos pequeños golpes casi inaudible en la puerta me  hicieron indicar que alguien quería entrar.

Cuando Salí me dirigí donde anterior mente estaban los dos Hermanos. Pero solo pude visualizar a uno de ellos, el peli blanco seguía con las mismas personas, parecía que no se cansaba de hablar y ellos de escuchar. Me parecía muy extraño que Eros no este allí. Supuse que  tal vez se canso y decidió volver.
Yo debería hacer lo mismo. Mi traro con Dimitry consistía en asistir; no en quedarme mucho tiempo.
AL ver que Dimitry estaba muy entusiasmado con sus amigos, no quise molestar así que di media vuelta y me dirigí en dirección a la puerta de salida

Camine algunaa cuadras, cuando las pequeñas punzadas de mi cabeza se hacían mas y mas notorias, al punto de desorientarme; cuando me di cuenta me encontraba en un callejón angostos y sombrío, con paredes de ladrillos descastados y cubiertas de grafitis. Las luces parpadeantes apenas iluminaban el camino. Y A lo lejos ecos de voces se hacían mas y mas audibles a medida que avanzaba; las  voces se hacían mas audibles hasta el punto de volverse gritos.
Mis pasos cada vez se volvían mas lentos y las punzadas en mi cabeza mas dolorosas; a lo lejos pude distinguir a dos personas. se podía notar que estaban discutiendo. Fue entonces cuando uno de los individuos saca una navaja.
Al ver la navaja mi corazón se detuvo, la confusión y el miedo se apodero de Mi logrando dejarme polarizada he incapaz de procesar lo que estaba sucediendo.
Al notar la determinación del individuo al querer herir al otro chico, ahogue un grito seco que se formo en mi garganta, pero no fue capaz de salir.

Instintivamente la duda y el deseo de ayudar o huir me  invadió; mi cuerpo temblaba y las punzadas de mi cabeza se intensificaban. Finalmente al ver la determinación del atacante pude reaccionar entonces grite con todos mis fuerzas
–¡Espera, por favor!– mi voz hizo eco en los pasillos del callejón oscuro y desolado.
Con mi grito obtuve la atención de ambos individuos. Sabia que eso podría Ser un gran error, pero  tenia que hacer algo.

El atacante al notar mi presencia empujo al chico; logrando que este mismo caiga herido al suelo. Fue entonces que huyo.
Cuando note que el chico intentaba levantarse, con pasos cautelosos decidí acercarme.
Fue entonces que pude verlo bien
El estaba recostado en el suelo, con una mano en su hombre, señal de que fue la zona donde lo hirieron. Aun así, podía ver que tenia una media sonrisa en su rostro, como si le restara importancia a su dolor. Su cabello rubio estaba desordenado. Reflejando un estilo relajado y rebelde. Y su  rostro juvenil muestra rasgos marcados,  sus ojos eran tan azules como el mar. Tenia una complexión atlética que sugería que seguramente practicaba algún deporte. Y Su estilo era algo relajado, lleva puesta una sudadera blanca que hacía contraste con la sangre de su hombro. Y unos pantalones cortos estilo militar.

–¿Acaso has viste un fantasma, Niña?– al escuchar su Voz me di cuenta que estaba parada frente a el mirándolo con cara de horroe, como una especie de acosadora
Las palabras luchaban por salir de mi garganta, me parecía casi imposible formular algún tipo de sonido
–yo…–logre gesticular–déjame ayudarte– dije, para luego inclinarme hacia el para poder ayudarlo a levantarse

El ahogando un quejido por causa del dolor, no se negó a mi ayuda. Fue entonces cuando logro ponerse de pie, apoyándose en mi  para no caer

–Debe haber algún hospital aquí cerca–mí cuerpo temblaba por los nervios y la preocupación

–no, hospitales no–su vos era gruesa, y algo imponente no iba para nada con su estilo relajado

–¡¿Qué?! Debemos hacer algo, estas sangrando mucho– preocupada por la situación recordé que gracias a mi madre y los cursos de medicina que he hecho, se como curar una herida de esta magnitud

–Yo puedo curarte–logro decir–He hecho cursos de medicina y…–el me interrumpe antes que logre terminar lo que iba a decir
sin ningún tipo de queja o argumento negativo respondió –mi casa esta a tan solo unas casas de aquí, allí tengo los elementos necesarios–

como salvar a EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora