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' 友達？
𝕾𝗼𝗹𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘃𝗲𝗿
El aroma a desinfectante impregnaba el aire en el hospital, un olor familiar para Rei que se había vuelto una constante en su vida. Las luces fluorescentes parpadeaban suavemente, y el suave murmullo de las máquinas que monitorizaban a los pacientes creaba un ambiente casi monótono. Era primavera, pero para él, el invierno aún persistía, reflejado en la fragilidad de su cuerpo y en la soledad que siempre lo acompañaba.
Rei yacía en la cama, cubierto con una manta delgada que apenas le ofrecía calor. La ventana de su habitación estaba entreabierta, permitiendo que la brisa fresca entrara, pero no era suficiente para ahuyentar la sensación de vacío que lo invadía. Había tenido una recaída después de un leve resfriado, una batalla más en su interminable lucha contra su enfermedad. A pesar de su fortaleza mental, el cuerpo parecía traicionarlo una y otra vez, y esta vez no fue diferente.
El sonido de pasos se acercó, y Rei levantó la vista. Su madre entró, con una taza de té humeante en las manos y una expresión de preocupación en el rostro. Aunque había pasado un tiempo desde que ella había sido su única compañía en esas salas frías, la familiaridad de su presencia aún le brindaba consuelo.
—Hola, cariño. ¿Cómo te sientes hoy? —preguntó, colocando la taza a su lado. Su voz era un suave refugio en medio del ruido del hospital.
—Mejor, supongo —respondió Rei, intentando sonreír, pero la debilidad en su cuerpo se reflejaba en su tono. No quería preocuparla más de lo necesario, aunque sabía que su madre podía leerlo en su mirada. Soltó una pequeña tosesita, preocupando más a su madre.
