Historia basada en el proceso creativo iniciado por el escritor italiano Italo Calvino en su libro "El castillo de los destinos cruzados", dónde mediante el uso del Tarot realizo una serie de historias cortas.
El asfalto se extiende y una mano ancha y rellena de petulante confianza coloca una carta sobre los restos de la vieja autopista, es la primera pieza de cartón que da inició a muchos senderos más, todos ellos son rehenes del azar que vomita la baraja.
El mundo de Asnardo era un cacho de paraíso en medio de un desierto que se extiende a lontananza. Niños saltando y haciendo malabares con duraznos verdes, manos acariciando con orgullo el estomago oblongo de su pareja nuevamente embarazada. Todo aconteciendo mientras el bolsillo inflando se mantiene listo para lo que el futuro dictara. Todo era demasiado, para un existir siempre forjado desde la abundancia provista por la carta del DIEZ DE COPAS.
- ¿Qué más se puede querer? - vocifera el insaciable truhan con suerte.
Cuando desde su balcón observa el bosque de su familia, los Montealba, quienes con años de rapiña a los supervivientes aledaños, lograron acaparar un enorme bosque con campos llenos de violetas, claveles y campanas. Recursos de los que dispone en su totalidad el insaciable emperador miniatura.
Cierta mañana se apareció una joven de cabellos dorados a recoger las aves que dejaban tiradas por el bosque los niños de Asnardo cuando salían de casería, aunque más bien, los pequeños salían de matanza, pues solo les tiraban con sus resorteras a las aladas criatura y les dejaban pudrirse sin más. La mujer de dorados caballeros, metía en un canasto los cadáveres de las pequeñas aves que aún se encontraban en buen estado.
Asnardo al verla se puso a repetir la misma frase, durante al menos 11 días diferentes .
-Quiero eso- "Eso", era la REINA DE COPAS
La reina de copas, se notaba invadida por la nostalgia de la dama en el 9 DE ORORS, cada vez que se paseaba por los bosques de los Montealba, recordaba los no tan lejanos ayeres en dónde su abuela la AS DE BASTOS, le conto que antes la región entera era cenizas, tormentas de fuego y cráneos rodeados por hollín de negro asfalto. Acres enteros de espinas, que con sacrificio su familia fue regenerando de verde, sólo para que un grupo más numeroso y agresivo que ellos se los arrebatara.
Denia la REINA DE COPAS, lloraba al notar el bello bosque rebosante de existencia. Bosque que su abuela jamás pudo palpar y disfrutar a cabalidad. Las carta del HERMITAÑO, señalo su necio camino, el de internarse en el bosque y ahí refugiarse sin voltear a ver su antigua vida. Pasando a dejar regada su vieja copa de deseos, para tomar el bastón de su abuela y emprender un actuar cuyo motivo central era alcanzar la solemnidad.
Dania fue recorriendo los senderos del bosque, hasta que un instante transmutado en años le distancio de su sendero marcado. Todo ello debido a la grotesca presencia de un cuerpo tendido en la cercanía de los bordes del bosque con las estepas que abarcan casi el mundo entero. El cuerpo de la mujer de enorme vientre se hallaba siendo devorado por todos los animales del bosque, aquellos que a Dania le permitían armonizar con los sueños de sus antepasados, viejos maestros, ahora reducidos a viles bestias de rapiña, devorando incluso los restos de un no nacido.
La nausea profundo se apodero de Dania, quien corrió en búsqueda de la gente en el castillo de los Montalba. Cuando la noticia alcanzo la oreja de Asnardo con presura cabalgo hacia la escena, para quedar horrorizado y enmudecido al mismo tiempo, sin desearlo, la vida le llevó por puro trauma al sendero del ERMITAÑO. Emprendiendo así, por orden directa del bosque, su deambular sin sentido entre ramas y bestias de rapiña.
Sin los corazones que tanto anhelaba tener cerca entre sus brazos, aquel deseo que había sentido tiempo atrás por Dania casi lo olvidaba, si no fuera, porque al interior del bosque su única compañía real era precisamente ella. Años de platica les fue acercando, compartir los viejos deseos les llevó a hermanar y bañar sus cuerpos en cálidos y sudorosos abrazos, les fue conduciendo entre jadeos hacia el altar.
Danía y Asnardo, con su rápido matrimonio y veloz embarazo, dieron origen al pequeño Danilo, REY DE ESPADAS, hombre que integraba los destinos y los conducía por el sendero de lo práctico. A cada uno de sus pasos, los sueños de que quienes robaron y quienes fueron robados, se integraron en una nueva síntesis de la cual no habría carta alguna que pudiera seguir marcando un destino inevitable.
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Ruta Tarot. Los sendero del azar.
FantasyHistorias se escriben sin parar, el mundo a terminados, lo que quedan lo saben y siguen adelante, reconstruyendo o terminando de apagarse entre el polvo de lo que queda. Toman sus cartas y las leen como les resulta posible.