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Jasmine, California

Ethan...

Yo, al ver que mi plan había funcionado, no pude evitar una sonrisa de satisfacción.

Mi mirada brillaba con un destello de confianza desbordante mientras contemplaba a Jasmine, que parecía divertida, por su charla ingeniosa.

—¡Lo logré!— pensé, sintiendo una mezcla de orgullo y triunfo.—

Una vez aterrizamos, mi mente giraba en torno a la idea de la cena.

Me veía a mí mismo como el protagonista de un romance cinematográfico, convencido de que mi encanto natural, era irresistible.

Me acerqué a Jasmine, arreglándome rápidamente el cabello, y ajustado mi traje de cuero.

—¿Te imaginas una historia que podríamos contar después de esta cena ?, un encuentro inesperado en un avión, suena como el comienzo de algo épico, dije con un tono casi arrogante, tratando de capturar su atención—-

Nos separamos al recoger nuestras maletas.

Habíamos acordado encontrarnos más tarde para cenar en un restaurante popular en el centro de la ciudad.

Mientras me alejaba, me sentí seguro de que Jasmine estaría esperando ansiosamente esa cena.

Con mi personalidad egocéntrica y mi arrogante sonrisa, me sentía listo para conquistar el mundo.

Había dejado atrás mi ciudad natal y, con un renovado sentido de grandiosidad, había comprado un apartamento moderno en el centro de Los Angeles, California.

La decoración era minimalista, pero ostentosa: cada rincón reflejaba mi estilo único y mi profundo amor por las cosas materialmente impresionantes.

La mañana transcurrió entre acomodar mi ropa en el armario y disfrutar de una taza de café en la terraza, mientras observaba el bullicio de la ciudad que se extendía ante mi.

A través de la ventana, los icónicos rascacielos parecían inseparables de mi ambición de ser una figura destacada en la industria del entretenimiento.

Sin embargo, a medida que la tarde se acercaba, un ligero nerviosismo comenzó a evadirme.

Tenía una cena planeada con una chica a la que había conocido en un avión.

A pesar de mi confianza habitual, no podía evitar preguntarme si mi encanto arrogante sería suficiente para impresionarla.

Al acercarse la hora, decidí vestirme con mi mejor conjunto: una camisa de diseñador entallada y unos pantalones que resaltaban  mi figura.

—La primera impresión es crucial— pensé mientras me miraba en el espejo y ajustaba mi peinado con esmero.

Con un último vistazo a mi apartamento, salí y me dirigí al restaurante, un elegante lugar con vistas espectaculares a la ciudad.

Caminaba con paso firme, sintiéndome el centro de atención.

Era una noche cálida, me encontraba esperando ya en el restaurante.

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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