El Amor Del Harén Del Protagonista Masculino [GL]

07

"¿Lo mataste?"

Inesperadamente, Chu Yao no parecía lo menos agradecido por el valiente acto de Xia Ge de "héroe salva a la belleza". Por el contrario, Chu Yao parecía bastante indignado.

"¿Matar?" Xia Ge lo dudaba. "Sus ropas estaban encantadas".

'Yimei', o ropa encantada, había estado en La Belleza Ilimitada del Viento y la Luna, pero Xia Ge no podía recordar mucho al respecto. El libro había sido un poco complicado y algunas cosas Xia Ge había omitido. De todos modos, ella sabía que era una especie de espíritu extraño que poseía la ropa. Si una persona llevaba la ropa poseída, el espíritu podría prestar su fuerza a la persona. Y una persona con una voluntad firme podía convertir el Yimei en un arma formidable. Por otro lado, alguien de voluntad débil sería controlado por las ropas encantadas y se convertiría en una marioneta.

La mujer de ojos blancos y brillantes había sido claramente controlada por el Yimei.

No......it parecía más bien que la mujer ya había estado muerta.

"¡Por supuesto que sabía que era una Yimei!"

Xia Ge había pensado que la otra chica podría sollozar o alarmarse, sin anticipar palabras tan audaces. Pero entonces Xia Ge vio las pupilas de la chica asesina encogerse, como si hubiera percibido algo. Chu Yao lanzó a Xia Ge una mirada feroz: "-- ¡Me acordaré de ti, y la próxima vez que nos encontremos ajustaré cuentas contigo!".

Una sombra negra se desvaneció ante los ojos de Xia Ge, la daga previamente clavada en el suelo desapareció.

"¡Incluso si no te mato, no te dejaré vivir fácilmente!"

¡¿Cómo podía ella, Chu Yao, permitir que otros se aprovecharan de ella?!

Xia Ge resopló para sí misma con una sonrisa. Huir como un perro con el rabo entre las piernas... ¿qué miedo puedes dar?

Más digna de atención era la ropa encantada.

Saltando de la mesa, Xia Ge se dirigió hacia la marioneta vestida de gris que yacía muerta en el suelo, planeando arrancar algunos trozos de tela.

Sin embargo su BANDERA interna no llevaba ni tres segundos puesta cuando...

--En el aire se percibía un confuso olor a quemado, acompañado del sonido de algo quemándose.

De repente, un mal presentimiento se apoderó de Xia Ge.

Girando la cabeza con cierta rigidez, miró hacia el lugar donde había estado copiando.

El asiento en el que se había sentado seguía cubierto de dardos.

Y una pequeña bola de papel todavía yacía en el suelo debajo de la mesa. Se la había golpeado en la sien cuando Ye Ze le había traído la comida, y luego había rodado por el suelo. No había tenido prisa por recogerla.

Sólo que ahora la bola de papel estaba ardiendo.

Las patas de la mesa también estaban ardiendo...

Espera, espera...

"Aaahhhhhhhh--"

Las llamas, como si fueran conscientes del pánico de Xia Ge, consumieron las patas de la mesa de una manera deliberada y sin prisas. Sin embargo, ahora que Xia Ge se había dado cuenta de que necesitaba rescatar a su copia, como un tigre hambriento que se abalanza sobre su presa, el fuego alcanzó la pila de papel encima de la mesa-.

"Boom-"

La feroz llamarada estalló instantáneamente como fuegos artificiales, devorando todo lo que había sobre la mesa hasta que sólo quedaron cenizas.