Alicia, Amor Y Obsesión ★las Cosas No Siempre Son Lo Que Parecen★

capitulo 31

—Camila hija, por amor de Dios, piensalo bien, no hagas más daño del que ya has hecho —la sigue con la mirada.

Camila camina de un lado a otro suspirando molesta.

—No te condenes más hijita —Suplica.

—¡¡Ya basta mamá!! me tienes harta con eso, ya tú viviste tú vida, déjame vivir la mía como mejor me plazca —Se sienta hastiada —Mejor preocúpate por recuperar a tú marido o que se yo, pero no te metas en mi vida, y mucho menos la cuentes, sabes que te dejé pasar que le dijeras a la estúpida de tú "amiga victoria" que andaba con un hombre casado, es que si le hubieses dicho que era con su marido no se que te hubiese hecho, sabes que no me enojo en vano.

—Si hijita perdóname, ya ves como soy de tonta, te prometo que no volverá a suceder —Dice con voz temblorosa.

—Más te vale, porque después él que si no se va a contener es Cristóbal, ya sabes cómo es de impulsivo, quería castigarte pero intercedi por ti, pero solo está vez, no cuentes con eso la próxima, que espero no suceda ¿sí? —Le guiña el ojo —Te voy a dejar a Cristian, para que lo cries como el hijo que siempre quisiste y que no pudiste tener, también fue la razón por la que mi papá te dejó ¿verdad? porque estás seca por dentro —Suelta una fuerte carcajada burlona.

—P... pero ¿y Cristóbal? cuando el quiera ver al niño ¿comó va a hacer?.

—No se, ni me importa, además no creo que venga a verlo seguido, está muy ocupado en sus asuntos, la que sí no va a venir a verlo soy yo, voy a estar enfocada en mis planes, además no me importa estar presente en su vida.

—Camila es tu hijo, fruto de tu vientre.

—Pero no es hijo de quien yo quería, y tampoco quería tenerlo, ¡fin del tema!.

Se retira abandonando la sala y a su hijo sin sentimiento alguno.

—Diós mío por favor iluminala, que no cometa más locuras.

Camila conduce hasta un bosque poco concurrido, y como esperaba, está solo, no se observa presencia alguna a sus alrededores.

—No entiendo por qué tienes que ser tan débil Cristóbal —Suspira navegando en sus pensamientos.

Camila y Cristóbal, discusión anterior.

—Pero ¿por qué te niegas? se lo merece después de despreciarte ¿no?

—¿Qué parte de es mi sangre no entendíste? no pienso abalar tu plan, y ni se te ocurra actuar sin mi consentimiento, ¿estamos?

—Ash ¿por qué eres tan débil?  no te importó cuando le disparé a tu primo, y el también es tu sangre.

Cristóbal la bofetea —¡¡Basta ya!! ¿cuántas veces te tengo que decir que no para que entiendas?

Se va de la habitación molesto, dejandola agitada con la mano en la mejilla.

—No necesitas decirme nada, porque igual no te voy a escuchar —susurra para si misma.

                                    ***

—Lorena mi amor, no me gusta que estés enojada conmigo —Ruega.

—Pues a mi no me gusta que te enredes con otras mujeres, y aún así lo haces, y no solo eso, sino que justo con la mujer con la que no solo tuviste una hija, sino que también estás casado —Su pecho sube y baja agitado, suspirando de rabia.

—Amor yo sé, se que fallé horriblemente, pero no puedes tirar a la basura tantos años de matrimonio y convivencia por un desliz —Sus palabras sesan al recibir una fuerte bofetada.

—Que sínico eres, a ti no te han importado esos años de matrimonio cada vez que me has sido infiel, porque este no ha sido el único desliz, pero haré que sea el último.

—¿A qué te refieres con eso? no te atreverías a hacerle nada a victoria ¿verdad?

Lorena ríe en tono de decepción —Te preocupas mucho por esa mujer que según tú no significó nada para ti, y no se que sea capaz de hacerle —Sale de la casa al centro comercial para distraerse un poco. 

ojalá tus celos enfermos no te lleven a cometer una locura, porque no te perdonaría si le haces algo a victoria, a fin de cuentas a ella si la amo.

                                       ***

Camila analiza cuidadosamente el perímetro nuevamente, después de asegurarse que no hay nadie remueve las hojas del suelo las cuales cubrían una puerta de madera, lo suficientemente grande para poder entrar y salir cómodamente.

la abre aún asegurándose de que no la vean y se adentra en aquella habitación secreta.

—Volví cariño, espero no me hayas extrañado mucho —Pronuncia burlonamente riendo.

El hombre la veía con un odio inmenso, sin responder debido a una mordaza que cubre su boca.

—¿Qué? ¿te comió la lengua el ratón? —Continúa burlándose.

—¿Tienes hambre? se que no vine ayer y pasaste el día hambriento, pero no te podía dejar comida, ¿te imaginas? se iba hechar a perder, con eso de que estás atado no podías comer —pronuncia cada palabra sin rastro de empatía hacia él.

—Por suerte ya llegué y te traje algo delicioso —Toma un pequeño termo de su bolsa y lo abre revelando su contenido —Mm ¿no huele delicioso? sopita para el bebé, UPS —finge torpeza al derramarle la sopa caliente en el abdomen.

El hombre emite un desgarrador alarido de dolor al recibir el líquido ardiente en su piel, a lo cual Camila no puede evitar soltar risitas a pesar de intentar contenerlas.

—No juegues que torpe soy, de verdad que lo siento mucho, aunque no tanto como tú claro, pero igual lo lamento, también porque era lo único que traje para que comieras.

Silenciosas lágrimas de dolor brotan de los ojos de aquel hombre, los aprieta con fuerza intentando soportar el ardor.

—Pero bueno —se encoge de hombros —tocara otro día sin comer, ni beber.

Pasos van y vienen siguiendo un camino de ida y vuelta, caminaba de un lado a otro mofandosé de él.

suspira sentándose en una silla frente a él —¿Sabes? todo esto es culpa de Alicia, siempre tan resbalosa, tan codiciosa al querer las cosas de los demás, me imagino que sabes que la odio, ya te habrás fijado, se creé mejor que yo, porque todos la tratan con cariño, porque siempre es a la que todos quieren, pero nadie se fija en la que ignoran —Se va llenando de ira a medida que avanzaban sus palabras.

—Todos me hacen a un lado por ella, aunque tú también debes saber de eso, a ti también te desplazaron después de todo —Suspira —Ambos tenemos eso en común, ambos fuimos desechados alguna vez.

Lo mira de reojo pícaramente, sonriendo de medio lado, la malicia emanaba de sus poros.

—Sabes... Me encantó lo del otro día, tu dureza llenándome por completo, lastima que eso fue solo para traerte aquí.

—Y no me puedes culpar, porque en ese momento no te importó Alicia en lo más mínimo — Ríe perversa.

Misamore', tarde pero seguro, espero les guste he intrigue saber quién es el hombre, aunque creo que sospechan quien es.

Ustedes saben que los amo.

Besos apasionados 😘😘🫂💋 para todos.