"Marina"

★CAP 1 ★

-"MARINA"-

-Desde que tenía memoria, el mar había sido su refugio. Las olas hablaban un lenguaje que solo ella comprendía, y cada amanecer en la costa era un recordatorio de que, sin importar lo que pasara en el mundo, el océano siempre estaría allí, inmenso, indomable, y libre.

-Marina, con los pies descalzos sobre la arena y la brisa salada en su rostro, cerraba los ojos y se dejaba llevar por el sonido del agua. Este era su hogar, su lugar seguro.

-Pero no todo en la vida de Marina era calma. Bajo la superficie de ese océano que tanto amaba, algo oscuro se gestaba, algo que cambiaría su vida para siempre. Un giro inesperado, como una tormenta que llega sin aviso, la arrastraría hacia una verdad que jamás imaginó.

-Lo que Marina no sabía era que el mar, su fiel compañero, guardaba secretos que estaban a punto de salir a la luz.

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-Esa mañana, el agua parecía más tranquila de lo habitual, casi demasiado perfecta, como si el océano intentara ocultar algo bajo su superficie cristalina. Marina observaba el horizonte mientras sentía una extraña inquietud en el aire. Era una sensación que no podía describir, un ligero escalofrío que recorría su espalda, como si el mar estuviera conteniendo el aliento.

-Decidió adentrarse en el agua, sintiendo cómo el frío le abrazaba los pies. Dio un par de pasos más y el agua le llegó hasta las rodillas. Siempre había encontrado paz en el silencio del océano, pero esta vez había algo diferente, como si el mar la llamara de una manera distinta.

-De repente, una sombra oscura se deslizó bajo sus pies, algo demasiado rápido como para identificarlo. Marina se detuvo en seco, su corazón latiendo con fuerza. Por un instante, el miedo invadió sus pensamientos, pero lo sacudió con una sonrisa nerviosa. "Solo un pez", se dijo a sí misma. Sin embargo, cuando dio un paso más, algo rozó su pierna.

-El agua se agitó ligeramente, como si el mar le estuviera enviando una advertencia.

-Decidió regresar a la orilla, sintiendo una creciente incomodidad que no podía ignorar. Pero cuando estaba a punto de girar hacia la playa, un extraño brillo en el agua llamó su atención. Algo brillaba, sumergido a pocos metros de ella, una luz que no pertenecía al sol ni al reflejo del cielo.

-Atraída por la curiosidad, Marina avanzó hacia esa luz, ignorando el miedo que le decía que se detuviera. Al acercarse, se dio cuenta de que lo que brillaba no era un objeto, sino un rostro, una figura humanoide que la miraba desde el fondo del mar.

-Y entonces, la voz llegó, clara como el murmullo de las olas: *"Marina, el mar siempre te ha protegido, pero hoy debes cuidarte de él."*

-El corazón de Marina latía con fuerza. La voz era suave, pero llena de una advertencia que la heló hasta los huesos. Su instinto le gritaba que corriera, que se alejara del agua, pero algo en esa figura brillante bajo el mar la mantenía clavada en el lugar, incapaz de moverse.

-La luz comenzó a desvanecerse, hundiéndose más en la oscuridad del océano. Sin pensarlo, Marina dio un paso adelante, ignorando el miedo que le recorría el cuerpo. Quería entender, descubrir de dónde provenía esa voz y quién o qué la había llamado.

-Pero justo cuando estaba a punto de sumergir su mano en el agua, un fuerte tirón en su pierna la hizo caer de espaldas en la arena. Gritó sorprendida, intentando comprender qué la había arrastrado. Al levantar la vista, se dio cuenta de que la marea había retrocedido de manera anormal, dejando un vacío de agua a varios metros de la orilla.