El resurgimiento de Uchiha, comenzando con un harem

Capítulo 151: El peso de las decisiones

El rostro de Samui estaba lleno de miedo.

Los otros ninjas de Kumo inicialmente quedaron atónitos, luego se les puso la piel de gallina.

"¡Maldita sea! ¡Es Natsuo!"

"¿Cómo llegó aquí? ¿No se suponía que debía estar luchando contra Kirigakure?"

Natsuo notó que en el momento en que se acercó al grupo, Goro y Naomi recuperaron la conciencia, pero para su alivio ellos continuaron fingiendo estar inconscientes. Luego miró a los niños restantes y al ver que no estaban heridos suspiró suavemente.

¿Cómo llegó hasta aquí? ¡Claro que los persiguió!

Aunque las conversaciones ya habían comenzado para llegar a un acuerdo entre Kirigakure y Konohagakure, Tsunade todavía había ordenado a Natsuo que estabilizara la situación en el frente de Kirigakure y se protegiera contra cualquier ataque furtivo de los ninjas de Kiri.

Pero Natsuo sabía que los ninjas Kiri no tenían el coraje de lanzar un ataque sorpresa.

Incluso si los ninjas de Kiri aprovecharan la distracción de Natsuo y atacaran con éxito el campamento de Konoha, sería inútil porque Natsuo podría ir al campamento de Kirigakure y hacer que sus pérdidas fueran aún mayores.

Puede que los ninjas de Kiri no lo sepan, pero Terumi Mei definitivamente lo sabía. Por eso haría todo lo posible para evitar que esta situación sucediera.

Así que además de ir al campamento de Kirigakure para comprobar el estado de embarazo de Terumi Mei, Natsuo utilizó directamente al Dios del Trueno Volador para regresar a Konoha y luchar por el resurgimiento de los Uchiha junto a sus esposas. Además de ayudar a sus hijos a adaptarse a sus nuevas habilidades.

Debido a que los lazos mentales con sus hijos son cada vez más estables, algunos de sus hijos comenzaron a manifestar diversas habilidades, como es el caso de Goro y Naomi, o sus cuerpos y sentidos se fortalecieron significativamente, como fue el caso de Raion.

Hoy no fue diferente. Sin embargo, justo cuando Natsuo llegó a la residencia del clan Uchiha, Yukino se acercó en pánico para informarle que Samui había secuestrado a varios de los niños y ahora estaba huyendo junto con los espías de Kumogakure.

Naturalmente, inmediatamente salió tras ellos.

Samui se sorprendió. "Esto no debería ser así, no deberías estar en Konoha...¡no! ¡incluso si estás en Konoha, no deberías poder alcanzarnos tan rápido!"

Antes de irse, Samui se había disfrazado bien.

Normalmente, a Konoha le llevaría un tiempo darse cuenta de que los niños Uchiha habían desaparecido. Después de todo, había bastantes niños Uchiha y, en medio del caos, no sería raro que las madres se llevaran a los niños y los mantuvieran alejados de los conflictos. Sería normal que no regresaran a casa de inmediato.

¡No debería haberlos alcanzado tan rápido!

Por supuesto, Natsuo no le explicó que Raion había sospechado de ella, y cuando no pudo encontrar a sus hermanos y hermanas, inmediatamente le informó a Yukino.

Por eso cuando llegó a la residencia del clan Uchiha, inmediatamente fue informado. Y aunque Samui y los demás no tenían la marca del Dios del Trueno Volador, pero gracias al Bakudō #58 Kakushitsuijaku, Natsuo pudo dar con la ubicación aproximada de ellos; y gracias a que había dejado varios kunai especiales con las marcas del Dios del Trueno Volador en los alrededores de Konoha, pudo llegar hasta ellos rápidamente.

Natsuo miró a Samui con calma y suspiró suavemente. "Entonces, al final, te pones del lado de los ninjas de Kumo..."

Samui se mordió el labio y dijo. "Lo siento, pero soy una espía de Kumogakure. Mi nombre es..."