Capitulo 3

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Charlie aún seguía con el corazón acelerado, respiraba tratando de controlarse, después de unos minutos lo logro.

- No se lo que tiene, pero hace que mi corazón lata rápido- dijo Charlie.

Miro su habitación la verdad era muy hermosa, miro el armario y tenía mucha ropa, vestidos que podía usar a diario al igual que elegantes vestidos que podía usar en fiestas elegantes, eran hermosos pero eran un poco escandalosos.

- Son muy relevadores, estaría enseñando mi cuello y mis hombros- dijo Charlie, su rostro nuavemanete se sonrojo- aunque serían más apropiados que mi propio camisón- dijo viéndose,siguió mirando, tenía ropa interior y camisón saco uno y se dio cuenta que era de su talla- Alastor, ¿Como sabia cual era mi talla?- se preguntó Charlie, luego sacudió la cabeza- olvídalo, espero que sea por unos poderes que seguramente tiene y no porque me allá estando espiando pervertido- dijo Charlie enojada.

Siguio revisando las puertas y se encontró con el baño, ella no tardó en meterse, hace días que no se daba un baño, suspiro de gusto cuando entró en la gran bañera, limpio su cuerpo con cuidado, al finalizar se sintio muy bien al estar limpia de nuevo, se puso el camisón y se dio cuenta que era algo traspersnte.

- Que espera lo elegio Alastor- dijo ella, mirándose en el espejo- aunque sea un pervertido, tiene buen gusto en la ropa- dijo, ya que notaba que el camisón era de una tela exquisita y sobre todo costosa- no creo que la madre de Seviathan tuviera un camisón hecho de esta tela- ella giro y sonrió encantada.

Luego se fue a la cama y se acostó y cuando su cabeza tocó la almohada ella quedó dormida ya que en estos días no había podido dormir bien, esa fue una dulce noche, aunque no para alguien más

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En una habitación algo alejada, se encontraba Alastor el suspiraba mientras se daba placer a si mismo.

- Ahhhhh- gemia el.

El ver a Charlie, sus ojos algo cautelosa por su presencia y luego el ver ese brillo de alegría en sus ojos.

- CHARLIEEEEE- grito al momento de llenar a su clímax, sus manos se encontraban llenas de su propia esencia, aunque el se imagina las delicadas y suaves manos de Charlie acariciando su miembro, suelta un gemido y mejor piensa en otra cosa antes de que vuelva a despertarse.

- Alastor puedo entrar- dijo una voz, después de tocar la puerta.

- Pasa mi buen amigo Husk- dijo Alastor.

Husk entro en el cuarto y miro a Alastor sentado en el sofá- por suerte no llegue antes- dijo el imaginado lo que pasó en esa habitación.

- Hubieras visto un gran espectáculo- dijo Alastor riendo, Husk solo funce el  ceño.

- Paso, seguro me dara pesadillas- dijo husk con molestia- ¿ya está en cuarto?- pregunta Husk.

- Si, y ya está dormida- dijo Alastor sabía que hablaba de Charlie, ya que el les había hablado  de ella.

- Si, ollé deberías controlarte, es muy raro que solo al verla te hallas puesto así, te has controlado bien- dijo Husk.

Alastor sonrio pero en sus ojos se notaba algo de molestia, el había ido al pueblo a ver qué había de nuevo y fue cuando vio a una linda joven de cabello rubia, un sentimiento que pensó había controlado volvió a surgir dentro de él, un sentimiento de posecion y deseo, intento controlarlo pero no podía, cada vez quería estar más cerca de ella, cuando fue condenada de brujería el estaba dispuesto a quemar el pueblo y llevársela con el, pero por suerte ella lo había elegido, aunque ahora sabía que Charlie sería su más grande tortura.

- Si lo sé Husk, parece que la maldición volvió y con más fuerza- dijo Alastor.

- Deberías controlarte y también ten cuidado más con ella cerca- dijo Husk para luego irse dejando a Alastor en su habitación.

Alastor mira por la ventana, tenía una vista perfecta del cuarto de Charlie, el cuarto se encontraba oscuro y el sabía que ella dormía, su mano la acerco a la ventana.

- Buenas noches querida- dijo el, su aspecto había cambiado un poco, cuernos salieron de su cabeza y sus ojos brillaban de un color rojo fuerte.

Al día siguiente.

Charlie abrió los ojos y se dio cuenta que era de día, se estiró y se levantó de la cama, agarro ropa y se fue a bañar luego se cambió miro en el espejo y el vestido era muy revelador, miraba si cuello blanco y también se notaba un poco sus pechos, intento bajarselo pero aún así se sentía descubierta.

- Un poco revelador, pero aún así es hermoso- dijo Charlie girando.

Toc toc.

Escucha que tocan la puerta.

- Adelante- dice Charlie pensando que era alastor.

Pero se sorprende al ver a una joven de pequeña estatura entrar a su habitación.

- Hola que tal, mi nombre es Niffty y soy la encargada de dejar el castillo muy limpio- dijo mientras limpiaba- ¿Y tu eres?- pregunta a Charlie.

- Mi nombre es Charlotte pero puedes decirme Charlie- dijo ella soriendo.

- Un gusto, puedes bajar tienes que desayunar, yo seguiré limpiando- dijo Niffty y siguió limpiado.

Charlie se fue y camino hacia la sala, aunque estaba un poco perdida pero llegó a un lugar quería que era el comedor pero no era la cocina en al cual había muchas personas.

- Es hora de al comida vamos, tenemos que preparar un festín- dijo un hombre alto, al escucharlo hablar le había pensar que era un serpiente.

- Tranquilo querido, lo estamos haciendo bien aún hay tiempo- dijo una muchacha muy bonita, acariciando al hombre quien se calmó.

- Si deja de exagerar, ni que le estuviéramos sirviendo al rey- dijo una joven, de cabello blanco adornado con un chongo.

Todos habían dejado de hablar para mirar a Charlie.

- Un placer en conocerlos mi nombre es Charlie- dijo ella haciendo una reverencia presentándose.

- Mucho gusto señorita- dijo el hombre- mi nombre es Sir Pentious.

- Mucho gusto mi nombre es Cherri Bomb- dijo la joven.

- Mucho gusto mi nombre es Vaggie- dijo la otra joven.

- Un gusto conocerlas- responde cálidamente Charlie.

- Bien me alegra que todos se hayan conocido así me ahorran un poco de trabajo- dijo una voz de una mujer, todos voltean y miran a una hermosa mujer- Me disculpo por mis modales, mi nombre es Rosie- dijo ella presentándose a Charlie.

- Mucho gusto, mi nombre es Charlie- se presentó Charlie.

- Me alegra conocerte, pero creo que es la hora de desayunar- dijo Rosie- acompáñame te llevaré al comedor y allí conocerás a los demás.

Charlie la siguió emocionada por conocer a los demás.

La Bruja y la Bestia CharlastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora