Mi renacer en otro mundo

La chica samurai

Me desperté muy temprano por la mañana, mire mi teléfono y eran exactamente las 5 de la mañana con 64 minutos, si, 64, aquí las horas duran exactamente 100 minutos por lo mismo que los días son más largos.

Las aves hacían su canto mañanero. El sol en pocos momentos saldría y quiero verlo, daba una vista más espectacular que en la tierra. Trate de ver por la ventana, pero por lo mismo que SOY MUY PEQUEÑO tuve que subir a un banco, miré afuera de la ventana y noté que no había nadie, a excepción de un carruaje, me resulta extraño ya que se veía muy caro y de gran calidad.
Luego me percate de que el carruaje tenía un emblema, parecido a un escudo de alguna familia noble.
Ya no me parecía tan extraño ya que, según lo que me contó Kohaku, los nobles tratan de pasar desapercibido al salir de las ciudades ya que podían ser secuestrados para pedir algún rescate, aunque en mi opinión no servía de nada si dejas el emblema a la vista, pero pensándolo bien puede que solo sean guardias a servicio del noble.

Quedé viendo al carruaje hasta que lo perdí de vista.

“Ortlinde”Me costo un poco leerlo ya que estaba escrito en lo que en la tierra es letra cursiva. No lo conozco pero por ver el carruaje se ve que es de alto estatus.

Mientras me sumergía en mis pensamientos algo me distrajo. Era el radiante brillo del sol, obviamente no lo mire directamente, me quedaría ciego y no conozco un hechizo nulo para la ceguera.

En los libros que la Dr Babylon había dejado había muchos referentes a los hechizos nulos. Pero acontecía algo con estos, pues en prácticamente todos se repetian muchos, la mayoría de estos eran muy inútiles y los pocos que servían estaban agrupados sin un orden, por lo que me pasaba horas y horas buscando los que verdaderamente valían la pena.

Me baje del pequeño banco y salí de la habitación. Por lo visto, solo yo me he levantado, por lo mismo que era muy temprano, abrí un portal hacía la cabaña del mar de árboles, ¿Por qué? Pues porque me iba a dar un baño, este mundo está realmente atrasado en muchas ramas de la ciencia, Dios dijo que este mundo estaba en la Edad Media, pero honestamente puede que este un poco más atrás. En la posada no había un lugar donde pudiera bañarme y por eso regresé a la cabaña.

Esta misma tenía un baño justo como el de la tierra, en la Tierra estaba acostumbrado a la tecnología moderna y la extraño, al menos tengo mi teléfono conmigo.

Unos minutos después

Ya había terminado de bañarme, eso fue muy relajante, se preocuparan si no me encuentran en la posada así que ya es momento de que regrese, aunque deben seguir durmiendo. Me cambié de ropa, me puse un pantalón negro con una camisa del mismo color, unos calcetines co una marca roja en el talón y unos zapatos deportivos hechos por mi mismo.

Abrí un portal y regresé al cuarto de la posada.

Justo como lo pensaba, todas están dormidas. Ya que, haré algunos estiramientos. Primero los brazos... Ahora las piernas..... Y con eso terminamos.

Realmente era muy temprano y no tenía nada que hacer así que me recosté en la cama y me puse a leer algunos mangas.

Dos horas después

Al final no revivieron a ese personaje, una lastima.

“¡Touya! ¿Estás despierto?” Afuera de la habitación se oía la voz de Elze, supongo que ya es hora de salir.

Caminé hacia la puerta y la abrí.

“Hola, chicas, buenos dias” Frente a mi estaban Elze y Linze.

“Ya terminamos de comer, vamos al gremio ahora, ¡Ven con nosotras!”

¿Eh? ¿Ya comieron? Creo que me entretuve mucho en internet...