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Phuwin se despertó sintiéndose un poco desorientado. A juzgar por la luz que entraba a la habitación a través de las cortinas, era de mañana o de tarde.

Miró su mano que descansaba sobre la cama y la estiró como si fuera la primera vez que usaba su cuerpo. Movió los hombros y registró el calor instalado en su trasero, y luego la mano venosa descansando en su cintura.

Su pecho floreció en un millón de flores y destellos, casi podía escuchar los fuegos artificiales en sus oídos. Una amplia sonrisa se dibujó en sus labios y puso su mano sobre la de Pond.

No podía creer lo que había pasado anoche... no sólo finalmente descubrió el misterio de la polla de Pond y sintió sus dedos en él, sino que perdió su virginidad con esa misma polla y supo que Pond estaba tan interesado en él como él.

Sexualmente hablando, al menos, pero las palabras que brotaron de su boca parecían demasiado íntimas para no significar nada.

Suspiró, llenó sus pulmones de aire fresco y lo dejó salir con una larga exhalación. En ese momento, sintió que algo se frotaba contra su trasero y, más particularmente, contra su agujero en carne viva. Un escalofrío recorrió su espalda y se inclinó hacia adelante para quitar la presión de su entrada, pero la cosa cálida pareció seguirlo, y no tuvo otra opción más que golpear a Pond para despertarlo.

La respiración constante en su cuello se detuvo repentinamente y fue reemplazada por una fuerte inhalación de aire.

─¿Qué... hm? Oh, Phu.

Phuwin resopló. ─ Nada de "Phu". Aleja tu monstruosa polla de mí ahora mismo.

Pond lo miró fijamente, con los ojos hinchados y los labios mordidos en carne viva, y parpadeó.

─ ¿Qué? Pensé que te gustaba, quiero decir...

─ Lo hago, de verdad lo hago, pero siento... mi agujero se siente como si estuviera en llamas, así que por favor...

Pond lo miró fijamente, luego miró sus cuerpos desnudos e hizo una forma de O con su boca.

─Como desees, príncipe.

Y entonces Phuwin sintió que sus caderas magulladas se giraban y terminó cara a cara con Pond. Antes de que Phuwin pudiera quejarse más de lo mucho que le dolía el cuerpo, Pond se inclinó hacia delante y le robó un beso, y Phuwin estaba demasiado débil para negarle una perezosa sesión de besos matutino.

─Deberíamos cepillarnos los dientes.─ Murmuró entre besos húmedos.

─Más tarde.─ Pond le susurró y lo besó de nuevo.

Rápidamente se movió hacia el cuello de Phuwin e hizo una copia del desorden de chupetones del día anterior en la piel sensible del mayor, excepto que esta vez estaba despierto y gimió sin aliento ante cualquier pequeño mordisco en su piel.

Pond comenzó a mover sus pezones y Phuwin intentó detenerlo, temiendo que su cuerpo no se hubiera recuperado de los tres orgasmos que tuvo ayer, pero a Pond no pareció importarle sobreestimularlo así que también comenzó a acariciar su polla al mismo tiempo y solo así, Phuwin llegó en menos de tres minutos.

Pond siguió lamiendo su cuello hasta que Phuwin tuvo que empujarlo débilmente con manos temblorosas. ─Pond, Dios mío, déjame descansar...

Pond se rió entre dientes y acarició las marcas en forma de dedos en sus caderas.

─Eres demasiado bonito como para resistirse... pareces un ángel con tu cabello así, formando un halo.

Phuwin se burló. ─Mi cabello probablemente parece un nido de pájaros, igual que el tuyo.

𝙀𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣... • 𝘗𝘖𝘕𝘋𝘗𝘏𝘜𝘞𝘐𝘕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora