Prólogo

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-El cielo estaba teñido de un rojo ominoso, reflejando el caos que reinaba en la tierra. Las calles, una vez llenas de vida, ahora estaban desiertas, salvo por las figuras tambaleantes de los zombies que deambulaban en busca de su próxima presa. En medio de este apocalipsis, cuatro figuras emergieron de diferentes portales, cada una con una expresión de determinación en sus rostros.

-Randy Cunningham, con su traje de ninja, observaba a su alrededor con cautela. “Esto no es Norrisville”, murmuró, ajustando su máscara.

-A su lado, Kitana desenfundó sus abanicos de acero, sus ojos azules brillando con una mezcla de furia y resolución. “Debemos encontrar la fuente de esta plaga y destruirla”, declaró con firmeza.

-Rex Salazar, con sus brazos transformados en enormes espadas, asintió. “Estoy listo para patear traseros de zombies”, dijo con una sonrisa confiada.

-Mei Terumi, la Mizukage, observaba el panorama con una mirada calculadora. “Trabajaremos juntos. No tenemos otra opción”, afirmó, su voz llena de autoridad.

-Así, estos cuatro héroes, unidos por el azar y la necesidad, se adentraron en el corazón del apocalipsis zombie, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

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