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(Abril)

Mariana observó a la distancia como su padre le decía algo a vanessa, la mirada perdida hacia el frente de su media hermana indicaba que algo no estaba bien, pero a ella poco le importaba si se trataba de su familia. Tenía muy presente que aún no le agradaba la idea de que viviese con ellos.

— ¿qué miras?—. Preguntó victoria. Mirando en su dirección y viendo a vanessa salir del auto, con una expresión seria que no era común en ella.

— últimamente han estado hablando muy por debajo—. Se quejó

Vanessa pasó al lado de ellas, ignorando la mirada de Mariana. — ¿por qué eso tendría que molestarte? Es su hija

Victoria lo dijo con total tranquilidad. Pensó que él tema ya no era tan tenso como antes, pero estaba equivocada, Mariana le miró mal — no es su hija.

La castaña elevo las cejas, y esbozó una expresión burlona, hasta que a sus oídos llegó la voz chillona que era la causante de mucho de sus problemas.

— ¿y si vamos a janguiar hoy en la noche con los muchachos?

Victoria miró a su mejor amiga, siempre que iban terminaba quedándose sola, porque tenían asuntos por tratar.

— claro, por qué no

Soltó un suspiro al oír la respuesta de Mariana y se dio la vuelta, dispuesta para irse — tú también estás invitada vicki.

Fernanda seguía con su mentira, como si nada hubiera pasado, como si no tuviera todo bajo su control, y eso quería hacer estallar a la ojiazul, quien quería sacar ya todo a la luz.

Todo había sido relativamente tranquilo en el último mes, y eso ponía un poco alerta a Victoria. Fernanda era como la vida, cuando está en calma no sabes que puedes esperar de ella.

— veré si tengo tiempo.— fue lo único que respondió, dejando atrás a ambas.

Mariana había notado su actitud algo distante, pero tampoco quería hacer mucho por indagar al respecto, poco a poco su amistad había pasado a segundo plano, siendo opacada por la relación inexistente con aquella chica pelinegra.






















Vanessa oyó el grito de Juan cuando ya estaba en el suelo, el retumbar del balón y los pasos apresurados de sus compañeros se hicieron presentes. Fue un momento de shock cuando se desplomó en el suelo, sintiendo poco a poco el dolor recorrer su cuerpo.

— ¡Tú!—. Vió a Juan dirigirse hacia la chica que la había empujado. Mientras Emma le ayudaba a levantarse junto a otras compañeras.













Vanessa estaba en silencio mientras observaba el  inmovilizador en su pierna izquierda, la habitación se sentía fría y la incomodidad recorría toda su espalda, como un cosquilleo incesante que no la dejaba en paz, incapaz de poder hacer algo para detenerlo.

Su padre escuchaba las instrucciones del doctor mientras mauro miraba desde la puerta del consultorio. No se había atrevido a ver a nadie, y por el momento todo estaba yendo para abajo.

Pensó que no sería tan difícil, no era algo que no hubiese pasado antes. Pero esta vez golpeaba de forma diferente.

— vamos.

Rechazó la mano de su padre y tomó las muletas para salir del consultorio, sintiéndose impotente por todo lo que pasaba a su alrededor.

Mauro se levantó al instante, y camino junto a su hermana menor, incapaz de decir algo al respecto.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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