La ansiedad no me permitía estar tranquilo, tenía tantas ganas de verla nuevamente, no dejaba de pensar en ella , en sus ojos, sus labios, la forma en la que me había tomado del cuello, era simplemente perfecta... mi mujer; nunca había tenido contacto con otras mujeres más que mi hermana y madre, y de lo poco que puedo recordar de esa época era de lo aseadas que eran, a mi madre le gustaba la casa limpia y con olor a jabón, mi hermana era muy fan de la moda y aunque me obligaba siempre agradecía qué me llevara de compras con ella, ya que de otra forma seguro casi nunca hubiera salido de casa, además de que no le avergonzaban nunca mis tics era linda conmigo y me defendía si alguien llegaba a burlarse de mi, creo que solo supe tratar a las chicas gracias a ellas y por ello no quería que Bianca la pasara mal conmigo y que fuera feliz, o bueno, eso me enseñó mi madre, que a las chicas hay que hacerlas reír y no llorar.
La casa estaba más que lista, había trabajado dos semanas sin descanso para la estadía de Bianca, había traído un colchón aceptable, quité las telarañas de todos los sitios visibles, me atreví a comprar jabón y tallar los pisos de vieja madera, aunque claro, algunos se humedecieron tanto que al pisarlos simplemente se desplomaron; las mantas las lavé en el rio cercano y el baño lo limpié lo mejor que pude, aunque no había electricidad en la casa me las arreglé para conseguir velas de todo tipo, además de cortar muchos leños para la chimenea, había robado una tienda de conveniencia llevando muchas latas, comida y cosas para el baño, me has había arreglado con un seguro casero para las puertas y unas enormes cortinas en las ventanas, reparé algunas que tenían los cristales destrozados seguro ella si sentiría frio en lo alto de esta montaña; estaba más que contento, hace mucho no tenía esta clase de sentimiento encontrado, no sabía que más hacer para mejorar su estadía, ó qué decirle para convencerla de estar a mi lado, era una mocosa rica con comodidades y lujos a su alrededor, ¿Qué se suponía que podría darle mejor que todo eso?.
Suspiré pesadamente, ya estaba todo en su sitio, hoy sería el día, si me decía que no seguramente no habría más opción que llevarla a la fuerza, no es algo que quisiera hacer, realmente deseaba que ella quisiera estar conmigo por su voluntad y no por obligación.
***
Caminé sin apuro entre las calles, era de día, la luz era algo molesta en los ojos pero no podía decir si me acaloraba, estaba solo un poco nublado, tal vez llovería más tarde; sabía que estaba en contra de las reglas salir a esta hora, de hecho no podíamos sacar ni un pie fuera del bosque sin que el operador me diera las instrucciones, pero por una vez quería verla a la luz del sol, me mantuve lejos, casi a veinte pasos de la escuela, entre los otros mocosos que salían de clases la busqué con la mirada sin querer parecer obvio, justo al verla sonreí a medias, casi sin que me diera cuenta casi alzo la mano para saludarla, pero la bajé de inmediato al mirar a su alrededor, las chicas de faldas cortas y chicos de pantalones y corbatas se le juntaban mucho, tal parecía que ella si que era sociable, además de que la rodeaban como abejas a la miel, todos parecían deslumbrados por ella y su bonita sonrisa, las monjas que enseñaban en la escuela regañaban a las chicas por sus faldas mientras estas salían, y por supuesto que ellas las ignoraban disimuladamente, era como volver a la escuela, solo que más mojigato y tonto.
Caminé a la par de ellos del otro lado de la calle, nadie notaba mi presencia, era ignorado por el aura de Bianca. Era raro caminar a plena luz de día entre la gente, y más aún porque de nuevo nadie me miraba, de hecho los que llegaban a cruzar solo un momento su vista en mi la apartaban de inmediato y caminaban mirando a un punto fijo justo al lado de mi, no me gustaba estar entre tanta gente, pero algo que me agradaba era solo caminar y que nadie se metiera conmigo, me sentí como un mocoso nuevamente caminando entre las calles de la ciudad, lo único que podría hacer esta experiencia perfecta tal vez sería un reproductor de mp3 y audífonos, no había nada mejor que eso cuando iba a los mandados de más pequeño; las calles de la ciudad eran extrañas de día, tenían un extraño resplandor de alegría que siendo sinceros me conmovió un poco, todo a mi alrededor estaba lleno de color a comparación de las oscuras y frías noches, y lo peor es que con la mocosa caminando todo parecía más fresco y cálido.
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PENITENCIA -Ticci Toby-
FanfictionLa pregunta que a todos me mueve un poco la conciencia día a día es: ¿Qué se siente sentir?. La incógnita me volvía loco y comencé a envidiar un poco el como percibían los demás esa acciónque se apreciaba inconscientemente. Sin embargo quise experi...