💫 ¡𝗣𝘂𝘁𝗼 𝗰𝘂𝗿𝘀𝗶! /𝗍𝗈𝗆𝗃𝖺𝗄𝖾//𝗮𝗺𝗼𝗿𝗺𝗲𝘁𝗿𝗼 💫

𝘤𝘶𝘢𝘵𝘳𝘰

𝘏𝘰𝘭𝘢𝘢 𝘹𝘋

.
.
.

Capítulo 4: "Prestar atención"

Tom siempre había sido el tipo de persona que escuchaba en silencio, observando a los demás con la misma precisión y frialdad que usaba en sus misiones. No sentía la necesidad de intervenir en las conversaciones, y mucho menos de compartir sus propios pensamientos o sentimientos. Para él, las palabras no eran más que herramientas que se usaban solo cuando era estrictamente necesario, cuando la situación lo demandaba. Era raro que alguien lo viera hablando por placer. Pero desde que Jake apareció en su vida, su mundo había comenzado a cambiar de una forma que, aunque sutil, era imposible de ignorar.

Jake, con su cabello azul brillante y su inagotable energía, era lo opuesto a Tom. Donde Tom era reservado, Jake era extrovertido. Donde Tom prefería el silencio, Jake llenaba cada espacio con su risa y sus conversaciones. Desde el primer día, el peliazul había tratado de entablar una conexión, buscando cualquier excusa para iniciar una charla, a pesar de que Tom apenas le respondía con monosílabos o silencios incómodos.

Pero Jake no era tonto. A pesar de su naturaleza efusiva, sabía leer a la gente, y había entendido rápidamente que forzar una relación con Tom no funcionaría. Decidió, por primera vez en mucho tiempo, contenerse. Bajó el ritmo de sus palabras, ajustó su comportamiento para no presionar al pelinegro. Era algo que él mismo encontraba sorprendente, esa capacidad de adaptarse a la frialdad de alguien que, a simple vista, parecía no estar interesado en conectar con nadie.

Aquel día, el cuarto desde el inicio de la competencia, el equipo turquesa enfrentaba un nuevo desafío. El reto consistía en que cada participante debía confrontar uno de sus miedos más profundos. Si alguien decidía no enfrentarlo, el equipo entero tendría que esperar una penalización de 30 minutos. Todo esto sucedía dentro de un laberinto, oscuro y sinuoso, que parecía diseñado para jugar con los nervios de todos los que entraban en él. La presión era evidente, ya que el premio por salir primeros era una tienda de campaña impermeable, algo esencial considerando las lluvias torrenciales que caían de forma inesperada.

Al principio, las cosas iban relativamente bien. Algunos miembros del equipo turquesa se enfrentaron a sus miedos sin demasiada dificultad: alturas, insectos, oscuridad. Cada uno enfrentaba lo que más temía con valentía, y el equipo seguía avanzando, aunque con algunas pausas. Sin embargo, cuando llegó el turno de Jake, algo cambió.

Una voz profunda y ominosa resonó en el laberinto, exigiendo que Jake enfrentara su miedo. Tenía que pasar 10 minutos solo en un cementerio que se encontraba al final de un sendero oscuro y enredado. Al principio, el equipo no pensó que fuera un gran problema. Después de todo, Jake siempre parecía ser el más fuerte emocionalmente, el que nunca mostraba signos de debilidad. Pero en el momento en que el desafío fue anunciado, algo en el rostro de Jake cambió. Su sonrisa desapareció, y el brillo habitual en sus ojos se desvaneció, dejando un rastro de inquietud.

—Lo siento, chicos —fue todo lo que dijo, con un tono más bajo de lo normal, antes de decidir no enfrentar el desafío y aceptar la penalización de 30 minutos.

El equipo cayó en un silencio incómodo. Algunos miembros intercambiaron miradas de frustración, pero nadie dijo nada directamente. No entendían por qué alguien tan fuerte y seguro de sí mismo como Jake había elegido no enfrentar su miedo. Sin embargo, Tom, que había estado observando de cerca, vio algo más. Vio la tensión en los hombros de Jake, la forma en que mantenía la mirada baja y los labios apretados. Había algo más detrás de esa decisión, algo que el peliazul no estaba dispuesto a compartir fácilmente.

Jake se sentó en el suelo, abrazando sus rodillas contra su pecho, claramente afectado. Se veía pequeño y vulnerable, una imagen que contrastaba con la versión enérgica y confiada que solía mostrar al equipo. Mientras los demás intentaban distraerse o ignorar la situación, Tom sintió un impulso inexplicable. Tal vez era empatía, o tal vez simple curiosidad, pero algo lo empujó a acercarse.

Tom caminó lentamente hasta donde Jake estaba sentado, sin hacer mucho ruido. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se sentó a su lado, dejando un pequeño espacio entre ellos. No dijo nada al principio, simplemente se quedó allí, esperando, permitiendo que el silencio hablara por él. Jake levantó la cabeza y lo miró, sorprendido de verlo allí.

—¿Estás bien? —preguntó Tom en un tono bajo, casi susurrante.

Jake lo miró por un momento antes de suspirar profundamente, pasando una mano por su cabello azul, desordenándolo aún más de lo habitual.

—No realmente —admitió Jake, con una sonrisa triste—. Es complicado.

Tom no respondió de inmediato, pero se mantuvo allí, esperando pacientemente a que Jake continuara si lo deseaba. Sabía que a veces, las personas solo necesitaban tiempo para encontrar las palabras adecuadas.

—Cuando era niño… —Jake comenzó a hablar, aunque su voz temblaba ligeramente—, mi abuelo falleció. Tenía apenas seis años. Mis padres me llevaron al cementerio para el funeral, y… nunca olvidaré cómo se sentía ese lugar. Era oscuro, aterrador. No entendía lo que estaba pasando, pero podía sentir el peso de la tristeza en el aire. El viento sonaba como si estuviera susurrando cosas horribles, y las sombras parecían moverse a mi alrededor. Desde entonces… —Jake se interrumpió, mordiéndose el labio—. No puedo estar en un cementerio sin sentir… sin sentir que algo me va a atrapar.

Tom asintió en silencio. No necesitaba que Jake explicara más. Entendía lo que significaba llevar una carga emocional así, aunque no de la misma forma. Cada uno tenía sus propios demonios, sus propios miedos que los seguían a donde quiera que fueran. Y aunque Tom no era de los que compartía sus propios temores, sabía reconocer cuando alguien necesitaba desahogarse.

—Lo siento por arruinar el desafío —dijo Jake, con una mezcla de vergüenza y arrepentimiento—. No debería haber dejado que mis miedos me controlaran así. Ahora todos tienen que esperar por mi culpa.

Tom negó con la cabeza lentamente, y, en un gesto que sorprendió a Jake, colocó una mano en su hombro. No era un gesto grandioso ni dramático, pero fue suficiente para que Jake sintiera un pequeño alivio. Tom lo estaba reconfortando, a su manera.

—No te preocupes por eso —dijo Tom con calma—. Todos tienen miedos. Y no siempre tienes que enfrentarlos solo.

Jake lo miró, sorprendido por las palabras de Tom. Había algo en la manera en que el pelinegro lo miraba, algo que le transmitía consuelo, algo que le decía que estaba bien sentirse vulnerable.

El tiempo pasó, y el equipo continuó esperando. Pero para Jake, esos minutos se sintieron diferentes. A pesar de haber fallado en el desafío, no se sentía tan solo como antes. Sabía que Tom, aunque distante y reservado, lo había comprendido en ese momento.

Finalmente, cuando los 30 minutos de penalización terminaron, Jake se levantó, sintiendo un poco más de alivio. Pero antes de irse, Tom le ofreció su mano. Jake la tomó, sonriendo de nuevo, pero esta vez con más sinceridad.

—Gracias —murmuró Jake, con una leve sonrisa que iluminó su rostro.

Tom no dijo nada, solo asintió. Ambos sabían que algo había cambiado entre ellos. Aunque no era una amistad forzada ni algo que se pudiera describir fácilmente, había un entendimiento mutuo, una conexión que no necesitaba explicarse con palabras. Mientras caminaban de regreso hacia el equipo, juntos, el silencio entre ellos ya no se sentía incómodo.

Era como si, en esos breves momentos, ambos hubieran aprendido algo nuevo sobre el otro. Jake, que siempre había sido el que hablaba y llenaba los espacios vacíos con su voz, ahora entendía que a veces, el silencio podía ser tan reconfortante como las palabras. Y Tom, que siempre había sido el que se alejaba de los demás, comenzaba a descubrir que tal vez, solo tal vez, no estaba tan solo como pensaba.

Ambos volvían a cambiar, lenta pero inevitablemente, como si el destino hubiera decidido entrelazar sus caminos en ese laberinto de emociones y desafíos.

...

𝘖𝘥𝘥 𝘯𝘢𝘵𝘪𝘰𝘯𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘵𝘢𝘮𝘦. 𝘈𝘮𝘰 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘢𝘺𝘴

𝘟𝘋𝘋 𝘫𝘢𝘫𝘢 𝘣𝘺𝘦𝘦