Una extraña realidad

La cueva.

Dom se levantó a las 7:00 de la mañana e iba alistandose para salir de nuevo a la cueva, hasta que Rick le tocó la puerta.

-Hey Dom, necesitamos hablar.-Dom abrió la puerta.
-Ah, Rick, ¿qué pasó?.
-Es sobre ayer, ¿por qué tanto interés en la cueva?
-Te cuento en el camino, vamos.

En todo el camino Dom estuvó silencioso hasta llegar al destino.

-Mira, se que hay algo ahí adentro y quiere que yo lo busque, ¿estas conmigo?- dijo Dom y al momento estirando su mano hacía Rick.
-No estoy de acuerdo... pero no te dejare morir ahí adentro.-Rick le dio la mano y entraron a la cueva.

Al entrar a la cueva, volvieron a la piedra con sangre y empezarón a seguir su rastro. Era un camino muy largo, hasta encontrar una cueva interna, había luces saliendo de aquella, cuando entraron, se encontraban en una especie de barranco y se podia observar todo desde arriba. Parecía una civilización muy extraña y mas avanzada, pero pudieron observar que había un edificio extraño a un costado de toda aquella ciudad.

-Dom, ¿qué sera aquel edificio de ahí?- Rick le dijo susurrando
-Ese es el lugar que busco, pero no estamos listos para aquello, volvamos... que necesitaremos mas recursos.

Al volver empezarón a oir voces de un idioma ilegible y se escondieron detras de unas rocas.

-Bla, bla, bla, ¿entiendes algo?- preguntó Rick
-No tengo ni idea, pero ¿qué son esas cosas?- eran criaturas enanas y cabezonas con una armadura que les cubría todo el cuerpo.
-¿Qué hacemos entonces?
-Noquealos... -Dom se levantó del escondite- ¡hey, bestia mugrosa, por aquí!.

Rick los rodeó y les dio en la cabeza con dos rocas, a lo que instantaneamente estuvieron inconscientes.

-Bien, ¿y a hora qué hacemos con ellos?- preguntó Rick.
-Vamos a llevarnoslos para examinarlos.

Al momento de que Dom decidío agarrar a la critura aquella se empezó a desvanecerse y convirtiendose en polvo. Ellos salieron de la cueva rapidamente y volvieron a Panomé, en la ciudad apenas eran las 8:00.