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────Al día siguiente, había un partido de Torney, en el que Carlos y Jay participaban, y para suerte de Mal, Ben también, ya que era de los mejores según el entrenador.
────De camino, iban Mal, Evie y Kora, quien iba con los brazos cruzados, sin prestar atención a nada de lo que dijeran las chicas, ya que su interés estaba en aquella carta de la noche anterior. De pronto su vista subió a la hora de hacer fila para entrar al campo, allí estaba Raymond, con una chica de cabello castaño oscuro con algunas pecas, sonriendo mientras hablaban de alguna cosa que ella obviamente no sabía. Sintió una ola de, ¿"celos"?, no sabía porque se sentía así pero, no le quiso dar tanta importancia. Cuando ya estaban casi a la entrada, alguien tocó su hombro, era él, con esa sonrisa tan... Extremadamente bonita, al menos para Kora, su corazón se aceleró como si fuera a correr algún maratón.
────NARRANDO KORA:
Al verlo allí, mi pulso se puso como aquella vez que corrí tras un amigo pirata y Gil en la isla de pequeña porque me habían robado un chocolate, quedé muy cansada ese día. Estaba ahí parado frente a mí, sonriendome, como si estuviéramos hablando mediante las miradas.
__"Te veré luego del partido" -Dijo con esa voz que me encantaba-.
De mi boca no pudo salir alguna palabra coherente, así que solo le sonreí y asentí a sus palabras. Luego de eso, se fue con sus amigos Karl y el otro... Bueno no sé su nombre pero parecían animados por el partido, cosa que no me importaba en lo absoluto. De repente, apareció otra persona detrás, sabía quien era pero no me agradaba en lo absoluto, me estresaba su forma de hablar, lo había oído en una exposición de clase, además de que, su apariencia era de esos tontos a los que nadie le habla por su peculiaridad social.
__"Koga... Mi hegmoga Kogaa" -Dijo con esa forma rara de hablar por sus frenillos desordenados, abriendo sus brazos como si quisiera un abrazo-.
Solo me alejé un poco, tratando de no parecer grosera ya que el Hada Madrina estaba cerca.
───Me despedí de Kora, y no pude quedar embobado pensando en esa sonrisa con la que asintió lo que dije. Mis amigos hablaban sobre a quien invitarían a la coronación y luego al baile, aunque, sinceramente no prestaba atención a la palabra de ninguno en realidad, me parecía algo asqueroso en la que mi amigo Arnold se expresaba de Evie, solo la veía como un objeto y hablaba de como le encantaría jugar con ella una noche. Mis ganas de meterle un puñetazo se extendía cada vez más en mi mente, cuando, volteé de nuevo hacia Kora y oh sorpresa, estaba el imbécil de Jonh. Él trataba de darle... ¡¿UN ABRAZO?!, aunque se podía notar la gran incomodidad de Kora, una ola de celos invadieron mi mente, no sabía el por que pero ya no era solo a Arnold al que le quería dejar un recuerdo de mis anillos marcados en la cara.
