Me besaba como nunca nadie lo había hecho, sabía y se sentía tan bien. Cuando ya estábamos literalmente sin oxígeno, comenzó a besarme el cuello, y hombros. Por instinto subí la cabeza para que tuviera mejor acceso.
-Para. Susurré.
La verdad no quería que me escuchara, pero debíamos parar.-Debemos parar. Hablé mucho más claro.
Él accedió suspirando y poniendo sus manos en la pared alrededor de mí.
-¿Segura?. Me preguntó tomando mi rostro, para que lo mirase.No respondí a eso último, simplemente me zafé de su agarre.
-Terminemos con el trabajo. Hablé en un tono serio.
La tarde pasó muy lenta, con mucha tensión en el ambiente. En varias ocasiones le ofrecí bebida y aperitivos. Todo lo rechazó y me dejó como una completa estúpida.
-Debo irme. Dijo apenas terminamos el trabajo, tomando sus cosas.
-Nos vemos mañana supongo. Dije sin saber cómo responder.
Abrió la boca a punto de decirme algo pero no lo hizo. Técnicamente salió de mi casa con una rabieta sin despedirse.***
Al día siguiente hice mi rutina, leer, leer y leer sobre mi propia vida. ¿Irónico no?
No debo quejarme, es una buena vida, supongo. La verdad es que nunca he llegado a ese punto en que esto se me hiciera un problema, nunca he querido recordar algo que sea tan importante como para odiar mi situación. Debo ver el lado bueno de ello, si tengo un mal día, si alguien me rompe el corazón o si se me aparece un payaso (a los cuáles les tengo temor con toda mi alma), simplemente no escribiré sobre ello. Al fin y al cabo si no leo esas notas el siguiente día, será como si nunca pasó, para mí claro.Al llegar a la universidad me aseguré de revisar el trabajo. Noté que él todavía no llegaba.
-Buenos días chicos, cada pareja va a pasar por mi escritorio a defender su trabajo según el orden que yo dictaré. Dijo el profesor apenas entró a la jaula, ¡perdón! Al aula. La mayoría de los alumnos comenzaron a quejarse y en eso aproveché.Saqué mi celular a escondidas del profesor, ya que odia que lo usemos en su clase.
*¿Christian vas a venir? El profesor dijo a última hora que debemos defender el trabajo.*
*Buenos días por cierto☺️*
A los pocos segundos mi celular vibró.
*Voltea tu precioso rostro*Al voltear lo tengo a menos de dos centímetros de mi cara y me roba un beso en la boca ***OMG***. Todos en el salón comenzaron a reírse, otros quedaron boquiabiertos.
-Sus muestras de amor se las pueden dar, pero fuera de mi clase. Dijo mi querido profesor (nótese el sarcasmo).
-¿Eso quiere decir? Dijo Christian con toda seguridad, y en tono burlón esperando respuesta.
-FUERA DE MI CLASE LOS DOS. Gritó sin remordimiento ni contemplación.
Apenas salimos caminé lo más rápido que pude para alejarme de él. Me tomó del brazo.
-¿A dónde crees que vas? Me pregunta. Eso último me hizo estallar.-Ni se te ocurra tocarme, eres la persona más... Más detestable en la tierra, eres impulsivo, arrogante y sobre todo bipolar. Ayer saliste
prácticamente corriendo de mi casa sin despedirte, hoy vienes y me besas al frente de todos. No voy a permitir eso, que vengas y te vayas de mi vida cuando te plazca. Y por tu culpa me sacaron de clase. ¿Sabes cuando me han sacado de alguna clase? NUNCA, a excepción de hoy. POR TU CULPA. Simplemente pienso que eres un idiota. Grité quedándome sin respirar.-Woao. Dijo asombrado
-Nunca nadie me había dicho algo tan largo. Nunca me había parecido tan sexy que me llamaran idiota, bipolar, arrogante. Me dijo con una sonrisa de lado.-Te odio. Le dije huyendo
-Estás enojada porqué no me despedí anoche? Me preguntó sonriendo y siguió hablándome sin esperar respuesta, arrinconándome como acostumbra . -Te voy a ser sincero, es muy raro la forma en como actúas. El primer día en que te conocí sabía que no eras igual a las demás, tenías algo... Diferente. Eso fue lo que más me llamó la atención de ti, lo que más me gusta. En fin, ayer no supe que hacer y como tú dices, salí corriendo. Me fui porque si me quedaba un segundo más allí junto a ti, te iba a arrinconar justamente como ahora y te besaría hasta que nuestros labios se durmieran.
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Recuerda nuestra historia
Teen Fiction-Me levanté con la misma sensación que experimentaba día a día, un sentimiento de rencor hacia mi vida, hacia mí. No recuerdo nada, no soy normal desde aquel día. Necesito leer las notas. No puedo olvidarme de él, ni de nuestro amor. No puedo olvid...