Hoy es de esos días en los que parece que todo se viene encima.
Ni siquiera tengo ganas de llorar, pero tampoco de reír.Algo que me ha caracterizado siempre es tener la habilidad de ser una persona alegre, ir a cualquier lado y hacerlo con una sonrisa.
Y, aunque me parece un rasgo muy característico de mí, y me gusta que me identifiquen con ello. En ocasiones, se puede volver en tu contra, incluso puede llegar a ser agotador.¿Cuántas son las luchas y guerras internas por las que estás pasando? ¿Cuántas heridas estás sanando? ¿Cuántas son las tormentas que estás atravesando y nadie ve? ¿Cuántas son las noches en vela?
Lo cierto es, que muchas veces cumplir con todo eso que se nos ha impuesto, que viene dado por naturaleza, porque es lo que se espera de ti, es una mochila que cargamos y puede llegar a pesar mucho, siendo agotador.
A veces, simplemente no tenemos ganas de algo y ya. A veces, simplemente necesitamos estar, parar y dejar de sobrepensar todo, al menos, por un instante. Pero, ¿cómo le digo a mi cabeza que pare de darle vueltas? Realmente, no lo sé. Aunque seguir haciendo como si esos pensamientos no existieran, no es la solución.
Llevo días posponiendo hablar conmigo misma, evitando una conversación que me ronda la cabeza más de lo que me gustaría. ¿Y sabéis por qué? Porque hacerlo, implica tomar decisiones. Tomar decisiones que quizás, esconden un miedo aterrador a que nada vuelva a ser como antes, y palpar esa incertidumbre, asusta. Tanto, que paraliza y bloquea.
Para muchos, simplemente serán palabras, excusas y justificaciones. Para otros, un vómito de emociones mal gestionadas que necesitaban salir a la luz, porque sino, terminarían ahogándome.
Sé que soy la responsable de mi vida, y de las acciones que tomo. Desde hace bastante tiempo priorizo la razón por encima de la emoción, pero este, no va a ser de esos textos positivistas que te dicen qué hacer cuando te sientes mal. Hoy solo quiero soltar.
Necesito quitarme peso de la mochila, parar y reconectar conmigo.
Hoy me permito sentarme en mitad del camino, coger aire y simplemente ser. Escuchar a mi cuerpo, y darle lo que me pide.
Supongo que esto forma parte del proceso.
Escucharte es una forma de quererte, permítetelo.
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SOLTAR PARA AVANZAR, PARAR PARA SEGUIR
Short StoryPara esos días en los que simplemente necesitas vomitar todo lo que hay dentro de ti, sacar todos esos pensamientos que te ahogan.