Pequeña Guardaespaldas [GL]

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Capítulo 8

Cuando Li Qinyue abrió los ojos, se sintió mareada.

Dio dos vueltas completas antes de parar, seguidas de un fuerte dolor de cabeza.

Frunció el ceño, mirando al techo, soportándolo en silencio. Cuando se le pasó el mareo, se levantó de la cama y se sentó.

El viejo aire acondicionado estaba en marcha, emitiendo un sonido rítmico.

Por mucho cuidado que pusiera la señora de la limpieza, seguía siendo un lugar deshabitado. El papel pintado de flores de la habitación estaba amarillento, con un ligero olor a humedad.

Li Qinyue se apoyó en el cabecero, recordando los sucesos de la noche anterior, un poco escandalizada por haber traído a Zhuo Zhi aquí al final.

Éste era su antiguo hogar, el lugar que podía considerarse "hogar" en su corazón.

Aunque sólo fue debido a algunos acontecimientos inesperados que su padre, que ya era rico, había caído temporalmente en la pobreza y tuvo que mudarse a la casa prematrimonial de su esposa con su mujer y su hija, aquí era donde empezaban los recuerdos de Li Qinyue.

En aquella época, aún no tenía a su hermano alborotador. A Li Qinyue le gustaba corretear arriba y abajo con los niños mayores en el patio, y luego ser llamada por la voz de su madre a la hora de comer.

Era esta casa, con ventanas que daban al patio de abajo. A su madre le gustaban los pequeños motivos florales, y las cortinas y el papel pintado eran todos de flores. Llevaba el pelo largo, con una permanente muy de moda en aquella época. Cuando la luz del sol caía sobre la ventana, la escena de ella descorriendo las cálidas cortinas y saludando a Li Qinyue provocaba una gran envidia entre sus compañeras de juego.

Tener una madre hermosa y gentil era lo que más enorgullecía a Li Qinyue en su infancia.

Más tarde, este orgullo desapareció, junto con aquellos cálidos momentos, aquellos sentimientos de estabilidad y felicidad.

De adulta, cuando Li Qinyue quería recuperar esos sentimientos, sólo podía desafiar constantemente a su propio corazón, experimentar constantemente la emoción de la supervivencia, abandonarlo todo constantemente y volver a ganarlo, para obtener un breve momento de satisfacción.

Lo que la inquietaba era que durante el puenting de ayer, cuando Zhuo Zhi la abrazó con fuerza, cuando se balancearon juntos en el aire, cuando Zhuo Zhi le susurró al oído, aconsejándole que no volviera a hacer cosas tan peligrosas, Li Qinyue sintió una alegría perdida hacía mucho tiempo desde el fondo de su corazón.

Era un tipo de alegría que la hacía querer inclinarse, hundirse y abrir completamente los brazos para abrazarla.

Era conmovedor e inquietante a la vez.

Tras la muerte de su madre, su padre se había dedicado a trabajar, desapareciendo durante la mayor parte del año. Ahora que lo pensaba, Li Qinyue no le culpaba.

Era la situación familiar más común en su barrio acomodado, no había nada por lo que ponerse sentimental.

Lo que enfurecía a Li Qinyue era que un día, de repente, su padre "se arrepintió", "vio la luz" y empezó a interferir en su vida, queriendo compensar el calor familiar perdido.

Sus métodos eran simples y burdos, siempre diciéndole lo que podía y no podía hacer.

Por eso, como sus acciones en este sentido eran absurdas, Li Qinyue podía negarse enérgicamente y resistirse ferozmente. Año tras año, habían alcanzado un sutil equilibrio.