04: Escuela

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Ya era lunes, y después de las promesas que se hicieron fueron muy seriamente donde su madres a pedirles que las cambiaran de colegio para estar juntas todos los días y poder quedarse en casa de la otra un domingo por la noche.

Pero la sorpresa se la llevaron ellas al enterarse que ya iban en el mismo colegio. Sus mamis las habían cambiado una semana antes que terminarán las vacaciones.

...


Así que felices y con buen humor se dirigen al mismo lugar tomadas de las manitas con sus mamis y ellas sonrientes por lo mismo.

— Mira Danielle, allí está Haerin - Dice su madre soltando su mano y diciendo que le vaya bien antes de que la pequeña saliera corriendo en esa dirección.

Al verla mas de cerca paro para mirsrla, se veía sumamente linda con el uniforme. ¡Y esas colitas!

Y entonces se pregunto nuevamente porqué una chica tan agradable como ella no tiene amigos.

— ¡Danielle! - Saluda Haerin al verla antes de correr un poco hasta llegar donde ella a abrazarla y sonreír emocionada.

¿Y como no estarlo? Ya no estaría solita, y la mejor parte era que Danielle sería su compañía, la increíble Marsh Danielle.

— ¡Hola Haerin-shi! Se ve muy bien en ese uniforme - Culmina su saludo con un elogio intentando contener la felicidad de su cuerpo que sin darse cuenta empezo a dar pequeños saltitos.

Y entonces las mejillas de Haerin tomaron el color rojito mas fuerte que un tomate bien maduro. Sus favoritos.

Sus madres a lo lejos las veían orgullosas, sus hijas iba a ser tan buenas amigas como ellas.

...

Ya estaban en descanso, y desde que el timbre sonó Danielle salió corriendo en busca de Haerin - claro, sin olvidar llevar su lonchera y algo de dinero por si le daba hambre a su onni- la busco por todos lados, hasta que la vio en los columpios dañados de la parte de atrás de la instalación. Por ahí no había nadie, mi un niñito.

— Me hubieras dicho que aquí estabas, te traje unas galletas para que comamos juntas - Habla la recién llegada mientras toma asiento en el caucho medio enterrado en el suelo que quedaba cerca de los columpios en donde Daniele estaba.

— Lo siento Haerin, este es mi lugar seguro, pero ahora será nuestro, solo de nosotras dos. - Responde de Danielle mientras se baja del columpio descompuesto y toma una de las galletas que la menor le ofrecía.

¿Había recordado que las galletas de animalitos de vainilla eran sus favoritas?

Y a continuación, las mejillas de Danielle mejillas hicieron como las de Haerin antes, unos tomatitos.

Kitty ; Daerin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora