Sangre Noble (Supercorp) Kara G!P

Capitulo 26- Patrón de la oscuridad

Hola!!!
Volví , me encuentro bien, últimamente e estado muy ocupada con proyectos de la universidad , pero aquí estoy :)

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Morgause se quedó estática ante la Patrona de todas las hechiceras y Brujas. En ese momento, era como si Morgause estuviera mirando directamente a Morgana (o a lo que debería ser una versión de ella en su poder total).

Lena emanaba un aura opresiva y casi magnética. Sus finos rasgos eran hermosos, pero crueles. Su postura orgullosa y sus ojos estaban helados. Su búsqueda de Viviane la había llevado al templo de Nimueh en el bosque, pero, en lugar de encontrar a su madre, se encontró con alguien completamente diferente. Alguien con un poder superior.

- Arrodíllese. - Lena dijo, y por su tono, eso no era una petición. — Y tal vez tenga piedad de ti.

Morgause ni siquiera tuvo que ser enviado dos veces. Ella sabía qué hacer cuando se enfrenta a una deidad. Y, al final, sería más sensato olvidar su orgullo por un minuto que ser asesinado por el resto de su vida. Así que Morgause lo hizo.

Los rumores eran ciertos, después de todo; había una contraparte malvada. Un corazón que sería ofrecido a la Orden Negra como sacrificio porque su poder traería desgracia al mundo.

— Majestad. - Morgause miró al suelo como si la gravedad la mantuviera curvada. Se sentía como si todo el tiempo estuviera corriendo detrás de su propia cola como un perro.
Morgause se sintió tonta por intentar corromper el alma y el corazón de Morgana, se sintió tonta por pensar que las profecías no se cumplirían y se sintió tonta por pensar que los rumores sobre el hada y la sangre de dragón no eran más que mitos. Ahora, ante ella estaba el poder absoluto de un alma que pertenecía al otro lado.

La Alta Sacerdotisa de la Orden Negra.
- Jura. - Lena mantuvo su tono dictatorial, mientras Nimueh permanecía como una sombra fiel a su lado, testificando en un silencio respetuoso y reverente. — Jura por mí tu lealtad.

Los pensamientos de Morgause corrieron hacia Viviane. La bruja sabía lo que estaba haciendo. Sabía que traer de vuelta a Lena no solo traería a la Alta Sacerdotisa, sino también una nueva era de oscuridad para el mundo porque su corazón sería corrompido. Lena nunca podría volver a amar y sentir las mismas cosas, pero Lena aún podía recordar. Viviane, sin embargo, quería que su venganza siguiera adelante porque su cuerpo ya estaba demasiado débil para luchar.

— Sí. Juro honrarla en esta vida y en la próxima, Majestad. - Morgause respondió con sinceridad. Por un momento se sintió mal por Morgana; se sintió mal por su ingenuidad y se sintió mal por sus intentos de intentar explotar los dones inexplorados de la joven hada. Sin embargo, su empatía pronto se convirtió en ira cuando recordó a Cenred. Su magia hurroteó en sus venas cuando Morgause recordó que la cabeza del único hombre que realmente amaba fue arrancada por Kara Zor-El. Fue desde ese día que Kara le quitó todas las cosas que tenía y que podía amar: una hermana que la hacía sentir menos sola y un hombre que le calentaba el corazón helado. Así que no pasó mucho tiempo antes de que su espíritu volviera a ser consumido por la ira. — ¿Qué puedo hacer por usted, mi señora?

Lena miró con desdén la piedra de cristal que mostraba imágenes de Kara con... ¿Ella misma? No, definitivamente era otra persona, alguien que Lena no conocía. Una versión más suave y genuina de sí misma. Una versión que ella despreció de repente. Lena estaba simplemente superada en su posición de patrona, pero había venganza dentro de ella. La venganza era lo que la motivaba ahora, y cuando llegara el momento... Kara Zor-El también pagaría su precio por destrozar su corazón.

— Quiero el dragón. - Lena respondió volviendo sus ojos hacia Morgause. Si no supiera del potencial de la bruja arrodillada ante ella, Lena la habría matado por toda la traición. Lena la habría matado para que Morgause se aliara con su hermano traidor, pero ahora necesitaba el mayor número posible de partidarios en su causa. — Y su ejército.