𝟰. 𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟰.

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Lo que había comenzado como una amistad ligera, ahora era un tira y afloja emocional que le resultaba agotador. No podía negar que la presencia de Hyunjin lo afectaba más de lo que quería admitir, pero tampoco estaba dispuesto a dejar que su vida se viera dominada por ese juego.

Por su parte, Hyunjin se encontraba tumbado en su cama, mirando al techo. A pesar de su actitud despreocupada, no podía sacarse de la cabeza la frialdad de Felix. Era frustrante ver cómo su plan para hacerlo reaccionar no funcionaba como esperaba. En lugar de atraerlo, parecía que lo estaba empujando más lejos.

Ambos sabían que esa batalla silenciosa no podía durar para siempre. Las barreras que habían levantado, las palabras no dichas y las miradas desafiantes estaban construyendo una montaña de tensión que, en algún momento, tendría que explotar.

El fin de semana de la fiesta se acercaba, y Hyunjin no podía evitar preguntarse si Felix realmente aparecería. Había algo en él que lo intrigaba más allá de la provocación, algo que lo hacía querer más que solo una simple amistad. Felix, por su parte, también sentía que esta vez podría ser diferente, pero no estaba dispuesto a ceder sin una razón clara.

Ambos estaban atrapados en una dinámica que ninguno comprendía del todo, pero que cada día los empujaba más cerca del punto de no retorno.

Esa noche, mientras Felix se preparaba para dormir, se preguntó cómo habían llegado a ese punto. En un principio, todo había sido un simple juego, un tira y afloja de emociones, pero ahora sentía que algo más profundo se estaba desarrollando. A pesar de su determinación por mantener la distancia y evitar involucrarse emocionalmente, no podía negar que Hyunjin había logrado despertar algo en él.

Se tumbó en la cama, observando el techo, dejando que sus pensamientos vagaran. Había sido muy cuidadoso en mantener sus sentimientos a raya, pero con cada interacción, cada provocación de Hyunjin, sentía cómo su control se desmoronaba poco a poco.

—No tengo tiempo para esto —se murmuró a sí mismo, girándose en la cama. Sin embargo, su mente no dejaba de regresar a la imagen de Hyunjin, con su sonrisa burlona y su actitud despreocupada.

Al otro lado del campus, Hyunjin se encontraba en una situación similar. A pesar de que había intentado mantener la fachada de que todo era un simple juego, no podía evitar sentir una creciente frustración. Cada vez que Felix lo ignoraba, o peor aún, lo desafiaba, sentía que el control que había creído tener sobre la situación se deslizaba entre sus dedos.

Se tumbó en su cama, mirando su teléfono, pensando si debería enviarle un mensaje a Felix. Pero, al final, decidió dejarlo. No quería parecer desesperado. Sin embargo, no pudo evitar preguntarse cómo había llegado a preocuparse tanto por la opinión de Felix.

Ambos sabían que algo tenía que cambiar. La tensión entre ellos había crecido hasta un punto en el que era imposible ignorarla. Y aunque ninguno de los dos estaba dispuesto a admitirlo abiertamente, sus corazones ya no podían seguir negando lo que estaban sintiendo.

Al día siguiente, en la universidad, el ambiente era el mismo de siempre. Los estudiantes corrían de un lado a otro, cargando libros y mochilas, mientras las conversaciones llenaban el aire. Felix, decidido a seguir con su rutina, se dirigió a la biblioteca, su lugar habitual de escape.

Sin embargo, esa mañana, algo era diferente. Mientras caminaba por los pasillos, sintió una mirada fija en él. No tuvo que voltear para saber que era Hyunjin, observándolo desde la distancia. Pero, en lugar de apartar la mirada como lo había hecho tantas veces antes, esta vez Felix decidió enfrentarlo.

Se detuvo y, sin girar completamente, lanzó una mirada rápida hacia Hyunjin. Los ojos de ambos se encontraron por un breve instante, un momento cargado de electricidad. Ninguno de los dos dijo nada, pero en ese cruce de miradas, las cosas quedaron claras. No podían seguir ignorando lo que estaba pasando.

𝖴𝗇𝗂𝗏𝖾𝗋𝗌𝗂𝗍𝗒 | 𝖧𝗒𝗎𝗇𝗅𝗂𝗑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora