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Special MinSung

Después de despedirse de Félix, Jisung llegó a casa con una sonrisa radiante, casi rebotando de la emoción. Empujó la puerta con su pie, entrando de manera despreocupada. Apenas había dado unos pasos cuando Minho apareció en el pasillo, apoyado en el marco de la puerta, cruzado de brazos, observando con una mezcla de curiosidad y diversión.

—Alguien tuvo un buen día —comentó Minho, alzando una ceja mientras Jisung caminaba hacia él.

—¡Lo fue! —exclamó Jisung, lanzándose sobre él sin pensarlo dos veces, rodeando su cuello con los brazos. Minho, aunque acostumbrado a las muestras de afecto de su novio, aún no podía evitar sonreír cada vez que lo hacía. Sus manos se posaron en la cintura de Jisung, sosteniéndolo con fuerza mientras ambos se balanceaban ligeramente.

—¿Qué tal estuvo la salida con Félix? —preguntó Minho, acariciándole la espalda de manera distraída.

—Divertidísima —respondió Jisung, inclinándose hacia atrás para mirar a Minho a los ojos. —Félix es un encanto, me alegro de que lo hayas invitado a la fiesta. Además, creo que se siente más cómodo conmigo ahora.

Minho asintió, contento de escuchar eso. Aunque no lo decía en voz alta, se preocupaba por cómo Félix encajaba en la dinámica entre ellos. Después de todo, Minho era protector con los suyos, y Jisung había sido su prioridad durante mucho tiempo. Félix entrando en sus vidas lo había puesto un poco en guardia al principio, pero ver cómo Jisung lo hacía sentir parte de algo lo tranquilizaba.

—Me alegra que se lo haya pasado bien. —Minho besó suavemente la frente de Jisung antes de soltarlo para caminar hacia la sala—. ¿Y qué chismes traes? Vamos, quiero los detalles. ¿De qué hablaron?

Jisung lo siguió, riendo mientras se dejaba caer sobre el sofá con la gracia de alguien que estaba completamente cómodo en su hogar.

—Oh, te va a encantar esto. —Jisung se acomodó, listo para contarle todo—. Félix me dijo que tú eres un amor, pero que no lo demuestras mucho. Le dije que tienes esta especie de fachada fría, pero que en realidad eres un osito de peluche cuando estás conmigo.

Minho rodó los ojos, pero una pequeña sonrisa curvó sus labios mientras tomaba asiento a su lado.

—¿Un osito de peluche? ¿De verdad dijiste eso?

—¡Claro que sí! —Jisung rio—. Y no me digas que no es cierto. Si la gente te viera en pijama, abrazando a tu peluche de gato, no podrían creer lo aterrador que tratas de parecer.

Minho lo miró fingiendo indignación, pero Jisung solo se acercó más, apoyando la cabeza en su hombro con una sonrisa traviesa.

—Eres lo peor, lo sabes, ¿verdad? —bromeó Minho, acariciando el cabello de Jisung.

—Sí, pero me amas por eso. —Jisung le guiñó un ojo, antes de cambiar rápidamente de tema—. Ah, y Félix mencionó que nunca había salido con alguien que lo hiciera sentir tan relajado. Creo que lo llevamos por el buen camino, ¿no crees?

—Eso espero. —Minho dejó escapar un suspiro, aunque sin perder la calma—. No quiero que Félix se pierda en la presión de lo que significa estar con Hyunjin. A veces, siento que Hyunjin quiere manejarlo todo, pero no podemos ignorar lo que Félix ha vivido.

Jisung asintió, entendiendo perfectamente.

—Sí, pero Félix es fuerte. Hoy lo vi mucho más animado, más él mismo. Va a estar bien, Min. Solo necesita tiempo, y a nosotros apoyándolo.

Minho deslizó su mano hacia la de Jisung, entrelazando sus dedos con los de él.

—¿Cómo es que siempre haces que todo suene más fácil de lo que es? —preguntó Minho, sonriendo de lado.

A Tu Lado, Siempre_ Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora