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Me desperté y note que estaba casi encima y abrazando (casi asfixiando) a mi novia, me moví lentamente para quedar sentado en la cama, el dolor de cabeza que tenia en ese momento era insoportable

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Me desperté y note que estaba casi encima y abrazando (casi asfixiando) a mi novia, me moví lentamente para quedar sentado en la cama, el dolor de cabeza que tenia en ese momento era insoportable.

Me pare mientras me quejaba y me puse mis ojotas para ir al baño. Me lave la cara e hice mis necesidades, después de un par de minutos salí del baño, encontrándome con la lindísima de mi novia ya cambiada mirando su celular.

– Hola mi amooor - hablé llamando su atención, sonrió y dejo el celular en la cama para pararse.

– Hola rey - dijo acercándose a mi, cuando estuvo enfrente mío, claramente tenía que mirar para abajo por qué la hermosísima de mi novia mide 1.53 y yo 1.77, muy poca la diferencia por suerte.

Se puso de puntitas para intentar alcanzarme pero claramente no pudo, yo puse mis manos en su cintura como normalmente lo hago.

– Agáchate que no llego boludo - hablo riendo, contagiandome la risa a mi también. Me agache y ella puso sus manos en mis cachetes para darme un beso, que yo claramente hice que durará más, por qué me encanta besarla y estar cerca de ella, eso me saca un poco del caos.

La pegue a mi y nos separamos únicamente por falta de aire, puse mi cara en su cuello mientras mi respiración chocaba con esa parte de su cuerpo.

Te amo - Escuché la suave voz de mi novia y yo sonreí como un boludo contra su cuello, me re puede esta piba.

Yo más beba - hablé en su oído.

No sabíamos que está sería una de las últimas veces que nos diríamos "te amo".

Nos separamos y nos miramos a los ojos, me quedé viendo sus ojazos verdes, me re hipnotizaban.

Por más que tenga carita de ángel, no como hace pero me pone nervioso. Como ahora por ejemplo.

– Que lindo que sos cuando te pones así... - hablo mi novia sonriendo.

– No estoy nervioso - hablé desviando la mirada.

– Yo no dije que lo estabas - Dijo alzando una ceja mientras me miraba.

Suspire y la abrace de vuelta, haciendo que se caiga de espaldas a la cama conmigo encima.

– Que hija de puta de sos, me re podés - hablé abrazado a ella.

Se rio y me abrazó también, nos quedamos así hasta que alguien toco la puerta.

– Quieeeeen? - me quejé mirando a mi novia, quien estaba con una sonrisa en la cara. Anda a saber por qué.

– Yoooo, puedo pasar? o están teniendo sexo? - jodió Neo

– Dale pasa tarado - hablo la bellísima de mi novia riendo.

Se abrió la puerta, dejando ver al tatuado que estaba fuera de la pieza.

– Que necesitas? - pregunté mirandolo mientras me acomodaba encima de mi novia.

– Que me ayuden a limpiar, Alejo se fue y me dejó todo el quilombo a mi - habló mirándonos – porfavor ayudenmeee -

Brisa y yo suspiramos y asentimos, saliendo de encima de mi novia para pararme.

Los tres bajamos las escaleras y Brisa antes de agarrar la escoba para limpiar fue a la cocina, yo la seguí por qué el dolor de cabeza seguía intacto.

La encontré sirviendo agua fría con el frasco de pastillas en la mesada.

Me acerque a ella y pase mis manos por su cintura, mirando que hacía.

Y de paso aprovecho la situación pa apoyarte la cosa, deah mentira, bueno, tan mentira no, por qué lo hice.

Se dió vuelta y me sonrió, agarro la pastilla con el vaso de agua y me lo dió.

– Tomá, así se te pasa el dolor de cabeza -

– Como sabes que me duele la cabeza? me lees la mente o que? - jodí mientras me tomaba la pastilla.

– Me doy cuenta por tu comportamiento, así de fácil. - dijo sonriendo y se alejó para ir a limpiar con neo.

Dios, como me conoce esta piba, le re doy, deah re desubicado, (igual si le re doy)

(...)

Cuando terminamos de limpiar todo, alejo seguía en el estudio y después se iba a la casa de una wacha a "dormir".

Neo también se fue al estudio y despues a la casa de una wacha, todos van a ponerla, entonces yo también, ¿no?

– Voy a sacar una canción - dijo mi novia de la nada

– Ehhhhhhhhh? como no me dijisteeee, malditaaaa - me quejé y ella se rió, parándose para ir a la pieza y yo la seguí.

(Advertencia! parte +18)

– Todos se fueron para tener sexo, por qué no lo hacemos nosotros también? - hablé en el oido de mi novia, provocando que se estremezca un poco.

– Me parece buena idea... - dijo, refregando su culo en toda mi pija. Dios, sabía cómo provocarme.

La di vuelta y en un saque me baje los pantalones con mi boxer, también ví como mi novia también se agachaba.

Agarro mi pija con sus manos para empezar a hacerme un pete, haciendome jadear.

Empezó lento, hasta que empezó a chuparme toda la pija más rápido. No aguante más y me vine.

Se paró y rápidamente le baje los pantalones con su tanga roja, la tire a la cama y la puse en cuatro.

Apreté todo el orto que tenía, que me encantaba, y sin previo aviso, la penetre, haciéndola gemir.

Puso sus dos manos contra la mesada y yo empece a ir mas rápido, haciendo que gimiera sin parar. Así continuamos un par de minutos, con casi gritos de placer por parte de mi novia.

– Más rápido Mauro - Dijo con desesperación y comenzó a mover sus caderas contra mi pija, era síntoma de que se estaba por venir, yo hice caso y empecé a penetrarla mucho más rápido.

Comenzó a gemir mucho más. Sin parar y se vino, sus piernas temblaban un poco, pero todavía no terminaba con mi trabajo.

La di vuelta y nos miramos a los ojos, su respiración era agitada y yo sonreí un poco al mirar como se ponía por mi.

– No terminamos todavía. - avisé y abrí sus piernas, sin pensarlo le metí casi toda la chota.

Ella soltó un gemido muy alto.

– Para Mauro, me haces doler, anda más lento. - Pidió en un susurro, yo sonreí, me encanta escuchar eso de ella, entonces hice caso y comencé a ir mas lento, pero igual no iba a durar mucho esa lentitud.




Gemidos salían de su boca sin parar, se estaba por venir.

– Mas rápido - pidió, medio bipolar pero comencé a ir mas rápido.

Cerro sus ojos con fuerza y se vino, por segunda vez. Respiro agitadamente y yo me paraba lentamente para ponerme el boxer.

Se sentó en la cama y yo le pase su tanga que estaba tirada por ahí, se la puso y se acostó en la cama, decí que no manchamos nada, si no alta paja cambiar las sábanas después de cojer.

Me acosté con ella y la abrace por la cintura, acariciando la zona.

No me lloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora