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Me fui a sentar al sillón de la mansión "modo diablo", habíamos hecho una joda y en estos momentos me estallaba la cabeza por todo el alcohol y la droga que tenía en mi cuerpo

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Me fui a sentar al sillón de la mansión "modo diablo", habíamos hecho una joda y en estos momentos me estallaba la cabeza por todo el alcohol y la droga que tenía en mi cuerpo.

Parpadee un par de veces y ví la silueta de mi novia, Brisa, con un porro entre sus dedos mientras me miraba. No estaba tan acostumbrado de verla fumar, por qué casi nunca fumaba y tampoco al frente mío.

Ella se sentó al lado mío y suspiro mirándome con sus ojos verdes que me hipnotizaban

No entendía como ella estaba con un pibe como yo. Ella tan linda y sencilla, y yo tan desastroso.

Les voy a contar un poco como nos conocimos, ella era fan del rap y del freestyle, entonces se metió en el quinto y ahí nos conocimos, a los meses de conocernos nos pusimos de novios. Ella siempre me demostró cariño y cuánto me amaba por más que sea un pibe desastroso.

Salí de mis pensamientos cuando sentí un peso en mi hombro.

Brisa había apoyado su cabeza en mi hombro mientras suspiraba y cerraba sus ojos por unos segundos.

Mientras ella estaba relajada en mi hombro, yo apenas sabía dónde estaba.

– Vení, vamos a dormir. - Dijo mientras se paraba y me miraba.

– No quiero, déjame tranquilo. - hable como pude.

– Dale, no me hagas enojar -

– No quiero Brisa. Dejame! - dije, ya levantando la voz

– No me grites Mauro, no te pases de vivo conmigo. - Se defendió, eso era lo que me encantaba de ella, que nunca dejase que le griten o que la insulten. – Estas hecho mierda. Dale, anda a descansar. - insistió.

Yo bufé y me pare como pude del sillón, mi novia me agarró de la mano y me llevo a mi pieza.

Me empujó un poco para que entrara a la pieza y cerró la puerta detrás de ella, me senté en la cama y ví como ella iba al armario.

Volvió con ropa en la mano y me empezó a sacar la remera que tenía.

– Por qué me estás sacando la ropa? - pregunté mirándola.

– Te estoy cambiando, no vas a dormir con esta ropa boludo. - respondió, terminando de ponerme la ropa.

Me acosté y sentí como me tapaba con las sábanas, no supe si ella se acostó conmigo por qué al instante me quedé dormido.

No me lloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora