"My Reason Is You" A Spider Woman Story.

3: Y cuando quise estar cerca de tí...

De una noche a otra, todo lo que conocía se volvió sombrío y la mínima pizca de alegría se vió esfumada por al menos toda una semana.

Había una razón por la que odiaba los funerales y era la penumbra que habitaba en todo el lugar a pesar de encontrarnos al aire libre.
La tristeza, el enojo y la sensación de venganza abundaba entre los asistentes y entre los ojos de policías en el cielo buscando la presencia de la "culpable" del hecho tan trágico.

Habían pasado solo tres días y yo aún seguía en shock, no solo por lo ocurrido en el baile, si no por quién tuvimos que perder.
Aún si nunca fui cercana a el, el dolor de su repentina partida impactó de igual manera en mi. Le había tomado cariño y desearía haber podido ser más cercana a él, si el me lo hubiese permitido.

Reconocía que era un prodigio y que podía trazar un buen camino en su futuro, era encantador y veía en todo a su alrededor una manera de ayudar a quienes le importaban.
Pero había personas crueles que no sabían apreciar esos actos y repudiaban lo que no encajaba con ellos.

Tal vez la gente puede cambiar al ver las consecuencias de sus actos, pero ver al par de idiotas que rondaban por los pasillos con el propósito de fastidiar y causar terror me hacía arder la sangre y de correr donde estaban para partirles la cara a pedazos.

Gwen podría hacerlo perfectamente.

Desvié mi mirada hacia el señor Stacy, que estaba a un par de metros lejos de mi y de mi madre, completamente solo detrás de los tíos de Peter.
Desde lejos podía percibir sus ojeras y el cansancio en su rostro, vistiendo su típico traje de policía. Se veía destrozado, así como todos los presentes estábamos.

El padre comenzó a hablar y yo no pude evitar alzar mi mirada al cielo nublado que carecía de la alegría de un sol de domingo. Esperaba su presencia al menos a la lejanía, pero como milésima vez en tres días, no supe nada de ella.

Ella debería de estar aquí.

No porque era culpable como todos la llamaban o porque era su responsabilidad, se supone que era alguien especial para ella y debería de estar frente a el y ser la primera persona en despedirse de él por última vez o tal vez dar el discurso.

Pero su ausencia también lastimaba en este momento.

Sin pensarlo, mi mente me había guiado hacia la residencia de Gwen después del funeral de Peter. Con dificultad sufriendo las escaleras de emergencia hasta llegar a su piso, toqué su ventana esperando a que respondiera, y al no recibir respuesta, decidí abrir la ventana de su habitación sin pensarlo.

La imágen que me encontré al entrar no fue la más tranquilizante, si antes consideraba que su habitación era un desastre, en este momento parecía algo más que ropa desordenada y libros dispersos por toda la habitación.

Todo estaba derrumbado, los estantes colapsaron contra el suelo, las cosas en su escritorio estaban dispersas por toda la alfombra e incluso había marcas de golpes en la bella pared tapizada de un color azul.

— ¿Gwen? —le llamé al verla parada mientras se sostenía de la silla de su escritorio, podía notar el temblor en su agarre y un fallido intento de retener un sollozo.

Me acerqué lentamente a su lugar, vestía de negro y supuse que si pensaba asistir al funeral junto a su padre. ¿Pero que la había retenido?

— Gwen...

— El lo sabía.

Me detuve abruptamente. Mi corazón se detuvo al escuchar el temblor en su voz a causa de un miedo que aún desconocía.
A partir de ese momento mis palabras fueron tragadas y mi capacidad de mantener todo control se había esfumado al imaginarme el estado en el que debía estar.